A dos semanas del Referéndum el 36% manifiesta que votaría seguro por el SI, un 41% votaría seguro por NO, un 2% votaría seguro En Blanco y un 2% anularía su voto. Existe una masa de voto dudoso e indeciso que alcanza el 19% […] Al analizar el voto Seguro más Probable el SI se ubica en el 42% y el NO en el 48%, los votos en Blanco alcanzan 3%, el voto Anulado 2% y queda un conjunto de 5% de Indecisos puros (no se vuelcan por ninguna de las opciones ni aun en forma dudosa).
La última medición de FACTUM refleja la intención de voto hacia el Referéndum para la anulación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración a 2 semanas de desarrollarse el acto eleccionario. Los datos obtenidos muestran una intención de voto segura hacia el SI del 36%, segura hacia el NO del 41%, un 2% se inclina por votar en forma segura En Blanco y otro 2% manifiesta que anulará su voto. Queda por lo tanto una masa importante de personas que no tienen un voto firme, quienes expresan dudas por alguna de las opciones y quienes son indecisos puros suman un 19%.
Al profundizar en el análisis sobre la intención de voto el SI obtiene un 6% de voto probable y el NO un 7% de voto probable, sumándose adicionalmente un 1% de voto probable hacia la opción de En Blanco.
Considerando entonces el voto seguro más el voto probable, la intención de voto se distribuye de la siguiente manera: el SI se ubica en el 42%, el NO en el 48%, los votos en Blanco alcanzan 3%, el voto Anulado permanece en 2%. Por lo tanto queda un conjunto de 5% de Indecisos puros, es decir personas que no eligen ni siquiera en forma dudosa alguna de las cuatro opciones posibles de expresión del voto.
Al analizar la evolución que ha tenido el voto firme entre las distintas opciones se aprecia una estabilidad inicial y consolidaciones.
En el caso del voto firme hacia el SI hubo estabilidad entre las mediciones de setiembre, noviembre y febrero, y se muestra un crecimiento del voto firme en la medición de marzo, pasando del 31% al 36%.
Hacia el NO la evolución del voto firme ha mostrado estabilidad con una leve tendencia creciente (dentro de los márgenes de error) y una tendencia de consolidación en marzo, pasando del 38% en setiembre al 41% en marzo. En definitiva, de cara al próximo 27 de marzo el escenario se muestra en un entorno competitivo, con una ventaja actual hacia el mantenimiento de la ley.
A lo largo de las mediciones realizadas se muestra estabilidad en la intención de voto firme más dudosa, y leves cambios en la firmeza del voto hacia las opciones, pero también con un alto nivel de voto dudoso e indecisos puros que dejan el escenario abierto.
Al tratarse de una elección binaria presenta una particularidad importante que hace a la necesidad de moderación en los análisis previos del comportamiento electoral.
Es que las variaciones en estas instancias suponen que el movimiento de una opción hacia la otra tiene un doble efecto, cada punto que se mueve de una opción a otra genera un movimiento de dos puntos: el que gana un punto le resta al otro.
Las últimas dos semanas previas al acto electoral son las más intensas en términos de campaña electoral, entendida ésta como la publicidad en medios de comunicación, entrevistas, debates, actos de cierre, trabajo físico en el territorio y trabajo digital en las redes sociales.
Si bien el escenario se ha mostrado relativamente estable y con una ventaja hacia el NO y el mantenimiento de la ley, el resultado final en términos de elección entre las distintas opciones puede sufrir variaciones por los efectos ya vistos en otras elecciones en el mundo y que también se pudo registrar en el balotaje de noviembre de 2019. Los movimientos de último momento, y más aún en instancias dicotómicas, pueden ser esperables.
