No pasa ni un día sin publicaciones en los medios occidental sobre los inminentes e inevitables «derrota y colapso» de nuestro país. Paralelamente, se siguen escuchando lamentaciones histéricas sobre la responsabilidad colectiva del pueblo ruso por las cargas morales infligidas al régimen ucraniano y junto con esto a toda la «parte progresista de la humanidad». Por supuesto, se enciende cada vez más fuerte una discusión apasionada sobre los escenarios del «nuevo Tribunal de La Haya». En el contexto de las derrotas de Ucrania en las batallas, este mundo del opio y fantasías absurdas ha cautivado por completo las mentes de los líderes de Kyiv y sus curadores extranjeros.
Como resultado, varios medios ya ahora, en lugar de buscar información objetiva sobre las premisas y el curso del conflicto, se han centrado en generar pseudosensaciones destinadas a llevar a las amplias masas a nuevos estadios de exaltación. Indicativo a este respecto fue la así llamada y ya olvidada investigación de los hechos de Bucha, presentada a mediados de diciembre por The New York Times (con el apoyo activo de las fuerzas de seguridad ucranianas). Al editar videos supuestamente de esta sufrida ciudad y proporcionar al texto un titular estridente sobre algunas nuevas revelaciones que resultaron ser nada al final, los autores persiguieron el único objetivo: emocionar al público estadounidenses para poder para continuar extorsionando fondos adicionales de sus representantes en el Congreso para apoyar el régimen de Zelensky.
Este episodio claramente encaja en la lógica general del comportamiento ucraniano. Casi todos los incidentes en la zona de la Operación militar especial, incluso el funcionamiento caótico de la defensa aérea local, que desvía los misiles rusos dirigidos a instalaciones militares a áreas residenciales, se convierten en una causa para otra difamación en los medios. Al mismo tiempo, Kyiv se niega de manera constante y desafiante, siguiendo la aprobación de sus curadores, a un alto el fuego y negociaciones que podrían salvar la vida de los civiles. Debe quedar claro que Ucrania no está interesada en la desescalada. El destino de sus ciudadanos se ha convertido en moneda de cambio para el liderazgo de este régimen agonizante, que puede estar jugada sin fin en nombre de retener el poder y obtener nuevas trincheras occidentales. Ya sea a través de la provocación o la puesta en escena, el equipo de Zelensky está haciendo todo lo posible para que los camaradas de alto nivel europeos y estadounidenses sean casi drogadictos al prolongado duelo híbrido con Moscú.
Sin embargo, no había ilusiones sobre la esencia del régimen de Kyiv. La única sorpresa (e incluso entonces, condicional) fue quizás la oleada de entusiasmo con la que los periodistas occidentales comenzaron a jugar juegos ucranianos, aceptando fácilmente el papel de escuderos de los herederos ideológicos de Goebbels de la calle Bankovaya. La frase que se le atribuye de que «una mentira repetida mil veces se convierte en verdad» resultó ser el elemento principal de la estrategia antirrusa, y al soportarla los otrora respetados medios se pusieron voluntariamente al mismo nivel que los autores de las más repugnantes e inmorales provocaciones.
Pero hay, como diría el legendario comandante del Ejército Rojo, un momento, y es muy importante. La propaganda de Goebbels maduró y cobró fuerza a lo largo de los años, envolviendo poco a poco las mentes de los desafortunados habitantes alemanes. Los sabotajes de información por parte de los sucesores del Ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Reich se están preparando en pánica, en modo emergente e incluso en un momento en que es mucho más fácil exponer rápidamente una mentira y sacar de su escondite a sus autores.
El aumento de la actividad ucraniana en esta área sugiere que Kyiv se hunde en el desánimo y ve cada vez más claramente la perspectiva de su derrota. El triunfo completo de la verdad y del sentido común no puede sino ser precedido por un desfile de las más monstruosas y falsas insinuaciones, así como, como es sabido, la noche más oscura precede al amanecer. Es la única opción que tenemos, por lo tanto, surgirán continuamente nuevos «Buchas» en el espacio de la información, y debemos tratar esa perspectiva con calma, firmeza y con una confianza implacable en nuestra razón. ¡Nuestra causa es justa, la victoria será nuestra!
UNA SOLA PALABRA DEFINE ESTE TEXTO… CINISMO. CINISMO CINISMO…. EL MAS ABSOLUTO.
Un «tradicional» conquistador, invadió, argumentando razones espurias, otro país, todo «iba a durar unos pocos días.»» Se está a punto de cumplir un año….. Rusia, sin lugar a dudas ha perdido esta guerra, Putin no oye, no atiende, nadie se atreve a contradecirlo…. La mafia rusa, imperante allí, le ha vendido armas, adelantos tecnológicos, que en los hechos han fracasado, y han demostrado que el nivel de corrupción interno no tiene límites, El gran problema para ese dictador, es: ¿ como salir pasando menos vergüenza? allí está el dilema… NO SERA FACIL DE RESOLVER, CASI IMPOSIBLE SIN QUE HAYAN CAMBIOS IMPORTANTES, EN LA CUPULA DE ESE GOBIERNO DICTATORIAL.. DONDE PUTIN SE HA ESTABLECIDO COMO «gobernante» Y PERPETUADO POR SU SIMPLE VOLUNTAD, CUALQUIERA QUE PIENSE O DIGA LO CONTRARIO VA A LA CARCEL, EJEJMPLO Navalni
Otro que le vendieron la pastilla, seguirá durmiendo por la eternidad, prefirió la pastilla antes de buscar la verdad de los acontecimientos de la tan anunciada defensa rusa hacia los pobladores rusos parlantes torturados y asesinados desde el 2014 por las fuerzas ucranianas.