La ciudad oriental china de Shanghái ha intensificado las medidas de prevención en un momento que ha sido definido por las autoridades locales como una «fase crítica» en la lucha contra el rebrote de ómicron que ya deja 36 muertes tras las 11 nuevas registradas este jueves, informan medios locales. Ayer la ciudad detectó 17.629 contagiados sintomáticos y asintomáticos, cifra que supone un descenso del 4,7 % con respecto al día anterior. Sin embargo, el número de muertes creció frente a las cifras de los días previos. Las autoridades han establecido que, dependiendo del nivel de infecciones, en algunos vecindarios de la ciudad aumentarán el aislamiento de contagiados, la limitación de movimientos donde se registren casos y la toma de pruebas masivas de PCR, que es, junto con el cierre de fronteras, uno de los pilares de la estrategia china contra el coronavirus.
Además, se limitarán los movimientos de los trabajadores sanitarios y los repartidores entre algunas urbanizaciones para minimizar infecciones entre distintas comunidades, según medios locales. Asimismo, se han redoblado las tareas de desinfección de espacios públicos y se ha ordenado la colocación de sensores y alarmas en las puertas de aquellos contagiados que reciben permiso para aislarse en sus domicilios, recoge el diario Global Times.
