Shawarma, más de 500 años de historia.

Un clásico de medio oriente que cada vez toma más fuerza en la escena gastronómica global.

Vivimos en una época en la cual se nos hace muy fácil poder acceder a cosas que antes quizás nos costaba imaginar. El mundo se mueve a pasos tan grandes y la gente está tan abierta a todo que era solo cuestión de tiempo para que un plato tan distintivo e icónico como el shawarma llegara a Uruguay a plantarse con pie firme.

El uruguayo, conocido por no ser reacio a nada, adoptó sin problemas este clásico del medio oriente, incluyendolo rápidamente como una opción más en el abanico de posibilidades al momento de querer disfrutar de una buena comida.

Gracias a la gran aceptación que tuvo el clásico de medio oriente en la sociedad Uruguaya, cada vez son más las personas que se dedican a prepararlos. Pudiendo ser tanto una “experiencia de restaurant”, buscando algo más gourmet y prolijo, o como una comida al paso, gracias al poco tiempo de preparación que lleva y la practicidad a la hora de ir comiendo.

A este plato lo podemos encontrar como shawarma o kebab, las dos palabras de origen turco, shawarma que quiere decir “que gira” y kebab “pincho de carne”. Ambas palabras hacen alusión al método de preparación que tiene el plato, que consta de varias láminas de carne, de vaca, de pollo o de cordero previamente maceradas en especias y cocinadas “al pincho” de manera vertical. De ahí su nombre, ya que el pincho va girando lentamente para lograr una cocción pareja de la carne, como si fuera un espiedo pero de pie. Este método de cocción se traza hasta finales del siglo 14 donde en los campamentos de guerra los musulmanes cocinaban la carne en sus propias espadas y se tomaban turnos para girarla de vez en cuando.

Un shawarma consta de una tortilla de trigo, la carne, vegetales como lechuga, tomate, cebolla, pepino y característicamente lleva una salsa de yogurt la cual armoniza muy bien todos los sabores. Una vez la carne ya se cocinó en el pincho, se cortan desde ahí directamente finas tiras las cuales van a parar directo al relleno.

Procediendo al armado, primero se calienta la tortilla de trigo y se dispone en la tabla, se rellena con los vegetales finamente rebanados, la carne en tiras finas y terminamos coronando con sus salsas. Pronto esto, se procede a enrollar, envolver en papel aluminio o papel manteca para ayudar a que no pierda su forma y servir.

En cuanto a las salsas, se acostumbran mucho las más clásicas, de yogurt, de ajo, de sésamo y variedad de salsas picantes. Ahí es cuando el uruguayo, más listo que otra cosa, hace uso de su conocimiento del paladar de la región para lograr combinar los sabores del medio oriente con otros más conocidos, logrando así adaptarlo a una variedad de gustos y preferencias culinarias. Podemos encontrar aderezos familiares para todos nosotros que rompen con la tradicionalidad del shawarma, como mayonesa, barbacoa, cheddar e incluso papitas pay.

Por su facilidad al momento de preparar y como toda la “mise en place” se puede dejar pronta fácilmente con antelación, es cada vez más común ver emprendedores que apuesten por los shawarmas.

Y esta es una tendencia que solo parece ir al alza, es cada vez más común ver puestos callejeros y locales gastronómicos que se especialicen en este tipo de comidas gracias a su adaptabilidad y su versatilidad.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Últimos artículos de Sociedad