Si Uruguay tuviera voz sería la de Alfredo Zitarrosa

Se cumplieron 87 años de su nacimiento.

Cantante, compositor y guitarrista, considerado uno de los mayores exponentes de la música popular uruguaya, con un gran reconocimiento en América Latina y España. Alfredo Zitarrosa, nació en Montevideo, el 10 de marzo de 1936, habiendose cumplido ayer 87 años de su nacimiento.

Su vida en una zona rural del país hasta su adolescencia, influye notoriamente en lo que será su repertorio, esencialmente de raíz campesina. Su carrera como cantante, comienza de manera poco usual, en el año 1963. A instancias de un amigo suyo se presenta en un programa televisivo de la ciudad de Lima. Durante su viaje de regreso al Uruguay, canta en un programa radial de la ciudad de La Paz, Bolivia. Hasta entonces se había desempeñado como periodista y locutor radial, trabajando en varias emisoras de Montevideo. Más adelante continuaría su labor periodística en el semanario Marcha, dirigido por Carlos Quijano.

Su debut como cantor profesional en Montevideo, tuvo lugar en el auditorio del SODRE (Servicio Oficial de Difusión Radioeléctrica) en 1964.

Debido a su militancia política su canción es prohibida en Uruguay a partir de las elecciones de 1971 (prohibición que se consolida con el establecimiento de la dictadura cívico-militar el 27 de junio de 1973). Con el recrudecimiento de la persecución, habiendo sido convencido de que su canto sólo sería útil a la causa del pueblo desde fuera, debe salir al exilio en 1976, primero rumbo a Argentina, hasta el comienzo de la dictadura militar en aquel país, hasta que debe partir (por la misma causa que del Uruguay) para radicar en España donde estuvo residiendo hasta abril de 1979. Desde ese momento vivió en México, donde aparte de cantar, desarrolló actividades periodísticas en el diario “Excelsior” y en “Radio Educación” con su programa “Casi en privado”. Durante este período, a pesar de ser reconocido por él mismo como el menos creativo debido al dolor por el desarraigo, graba y edita varios discos en España, México y Venezuela. Asimismo participa activamente de diversos festivales internacionales, como abanderado de la lucha a favor de la libertad del pueblo uruguayo y de otras naciones oprimidas por gobiernos de corte fascista, y como referente ineludible del canto popular uruguayo y latinoamericano.

Levantada la prohibición de su canto en Argentina en 1983, es contratado para realizar un recital en ese país, oportunidad que es aprovechada por Zitarrosa para acercarse a su tierra, pasando a residir en Buenos Aires, hasta el momento que fuera posible su regreso al Uruguay. Allí realiza (entre otras) una memorable actuación en el estadio de Obras Sanitarias, donde al presentarse ante el público que colmaba el estadio, solicita su permiso: “Ojalá a partir de este momento ustedes me autoricen a seguir cantando a nombre de mi tierra”.

El 31 de marzo de 1984, es recibido por una multitud que lo aclama y lo acompaña, desde el aeropuerto, por todo Montevideo, en una circunstancia que es definida por él mismo como “la experiencia más importante de su vida”.

En 1988 edita por primera vez su obra literaria como tal en el libro de cuentos “Por si el recuerdo”, que recopila historias escritas durante sus últimos treinta años. Su temprano y sorpresivo fallecimiento, en Montevideo, el 17 de enero de 1989, repercutió tan hondamente en el pueblo, en toda la comunidad hispano y latinoamericana, y en otros tantos países, al extremo tal que “el mundo entero fue una limpia e inmensa lágrima”. En el terreno de lo musical, fue desarrollando un estilo propio, incorporando desde sus comienzos las influencias de Néstor Feria y las guitarras de Amalia de la Vega. Desarrolló una forma de ejecutar la milonga con cuarteto de guitarras, sonido que popularmente se identifica con la música de ZItarrosa.

Obra

Desde esta perspectiva estética, creó canciones imperecederas, como Guitarra negra, Adagio en mi país, El violín de Becho, El candombe del olvido y Canto de nadie. Sus canciones fueron prohibidas tras el golpe militar de 1973, tras el que inició su exilio, primero en España, y luego en México, donde compuso gran parte de sus obras tardías. En 1984 volvió a Montevideo, donde una multitud llenó la rambla para recibirlo. En 1988 publicó su único libro de cuentos, Por si el recuerdo.

Discografía: El canto de Zitarrosa 1965, Canta Zitarrosa 1966, Del amor herido 1967, Simple 1968, Yo sé quién soy 1968, Che vive 1968, Zitarrosa 4 1969, Simple 1970, Milonga madre 1970, Coplas del canto 1971, Inédito 1971, Zitarrosa en el Perú 1972, A los compañeros 1972, Cantata del pueblo 1972, Alfredo Zitarrosa 1972, Adagio en mi país 1973, Doble 1974, Zitarrosa 74 1974, Desde Tacuarembó 1975, Los gauchos judíos 1975, Guitarra negra 1977, Guitarra negra (Canc. Comprometidas) 1978, Candombe del olvido 1979, Milonga de ojos dorados 1979, Adiós Madrid 1979, Candombe del olvido 1979, Textos políticos: 20 años de compromiso 1980, Volveremos 1980, El violín de Becho 1982, Canción para el pequeño día 1983, Temas inéditos 1983, Melodía larga 1984, ¡Guitarra negra 1985, Melodía larga II 1987, El canto popular con el PIT-CNT 1987, Sur 1988, Sobre pájaros y almas 1989, Alfredo Zitarrosa 1990, Zitarrosa: Guitarra negra/Adagio 1992, Zitarrosa siempre: los inéditos 1995 y Los archivos inéditos de Zitarrosa 1998.

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