Sonoterapia: un tratamiento alternativo para tratar la mente y el cuerpo

La voz, cuencos tibetanos, tambores, campanas y gongs entre los instrumentos más usados

La sonoterapia es una terapia alternativa en la que se utilizan vibraciones para tratar la mente y el cuerpo. Para ello se emplean instrumentos musicales y vibratorios o cánticos. Estos, aplicados en los campos energéticos del cuerpo, desbloquean la energía estancada. El sonido puede modificar las frecuencias y aumentar la energía. Todo el universo está en estado de vibración, incluyendo al cuerpo humano: cada órgano, hueso, célula y cualquier otra parte del cuerpo tiene una razón vibratoria sana.

El cuerpo humano está formado en su mayoría por agua (conductora de las ondas vibratorias). Cuando estas ondas navegan por el organismo producen beneficios a nivel circulatorio, estabilizador energético, y previene el envejecimiento celular. Además, activa respuestas a través de las ondas cerebrales que favorecen el bienestar a nivel corporal.

Con la sonoterapia, además de la música, se trabaja con la vibración. Se basa científicamente en el principio de la “resonancia en simpatía”. Es decir, cuando una vibración provoca vibraciones en un objeto. Un ejemplo es cuando una cantante es capaz de romper un objeto de cristal cuando canta.

Algunos de los efectos positivos que se derivan de la aplicación de la sonoterapia por un profesional son: reducción de los niveles de estrés, disminución de cambios repentinos de humor, regulación de la presión sanguínea y niveles bajos de colesterol. Además, mejora los patrones de sueño, provoca estados profundos de relajación, armoniza y equilibra los hemisferios cerebrales, limpieza de chakras, alivio de dolor e incomodidades físicas, calma y tranquiliza las emociones y disminuye los efectos de medicinas altamente tóxicas como la quimioterapia.

Especialistas afirman que es muy útil para tratar la ansiedad, depresión, síndrome de estrés post-traumático, autismo y demencia. La sonoterapia, en definitiva, ayuda a que la mente encuentre claridad y balance; a que el cuerpo se relaje, la memoria y la concentración mejoren, el sistema inmune se fortalezca, la creatividad se dispare, y el sueño se induce de forma natural y relajante.

Durante la terapia se utilizan los instrumentos, haciéndolos sonar cerca del paciente, para que le llegue tanto el sonido como la vibración. El paciente puede permanecer sentado o tumbado. Se recomienda siempre el segundo caso para favorecer la relajación. Los diapasones, sin embargo, deben estar en contacto con el paciente y aplicados directamente sobre la piel. Los tipos de terapias son: meditación guiada; en este modo de terapia es en la voz donde se encuentra el vehículo con el que conseguir un estado de beneficio global. Mientras que la musicoterapia neurológica puede minimizar el estrés y promover la relajación. Aquí se incluyen técnicas de creación, escucha, canto o baile. Se utiliza habitualmente como forma rehabilitadora contra el dolor y las lesiones cerebrales.

Estas prácticas se recomiendan realizar bajo la supervisión de un especialista, muchos de ellos aconsejan no usar sesiones excesivamente largas debido a la intensidad de este tipo de tratamiento.

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