Cabe destacar que en declaraciones a Diario El País el 14/01/2025 el actual subsecretario Dr: Leonel Briozzo declaraba:
«Este ministerio tiene que resolver esta situación sustituyendo las actuales autoridades y tomando las riendas del funcionamiento de esta institución», dijo el futuro número dos de Salud Pública, hoy actual subsecretario de la cartera.
Durante los últimos años de la administración del Dr.Raúl Rodríguez ha recibido diversas denuncias que aunque aisladas, reflejan situaciones graves que no deben ser pasadas por alto.
La pasada semana la Inspección de Trabajo multó al Casmu por $2,8 millones por violencia y acoso laboral a neonatólogos.
La denuncia fue presentada por el Sindicato Médico del Uruguay en diciembre de 2022; también se mandó a todo el personal de la mutualista a capacitarse en el tema.
El deterioro de calidad laboral en la gestión Raúl Rodríguez rompe los ojos.
Y en el círculo de nuevas autoridades del Ministerio de Salud Pública suena cada vez más fuerte la palabra remoción de autoridades.
Hagamos un poco de historia.A lo largo de los años, CASMU ha trabajado arduamente para crear un ambiente laboral seguro y respetuoso. Sin embargo, el surgimiento de estas denuncias nos recuerda que aún existe un camino por recorrer en términos de prevención y respuesta ante situaciones de acoso. Las denuncias han sido tratadas con displicencia y en ocultamiento en muchos casos al consejo directivo, nos informa nuestra fuente cercana a la directiva.
Estos casos no han tenido algunos de ellos la seriedad que merecen, pero lamentablemente, hemos identificado por consultas realizadas a funcionarios que el proceso de celeridad en la gestión de estas denuncias no ha sido el óptimo, lo que ha generado inquietud y desconfianza entre funcionarios ,personal no médico ,médico y usuarios.
Es fundamental destacar que cada una de estas denuncias debe ser tratada de manera confidencial y con el respeto que se merece cada individuo involucrado. Sin embargo, se ha evidenciado que la comunicación interna y los protocolos establecidos para abordar estas situaciones no han funcionado con la rapidez y eficiencia deseadas. Este retraso en la respuesta ha llevado a que algunos casos no lleguen al Consejo Directivo en el tiempo y forma indicados, lo que entorpece la posibilidad de tomar decisiones adecuadas y justas.
Desde la presidencia mesiánica de CASMU Rodriguez aplica la ley del algo habrán hecho en valoraciones personales y en caso bordeando rasgos complejos nos informan sus colaboradores.
Desde la secretaría general le siguen los pasos de manera silenciosa está ya cuasi abdicada cual pajes de la corte de Luis XV a la presidencia .Son uno no dos órganos de gobierno.

Siempre se escucha como respuesta lo mismo por parte de la presidencia y secretaria general a las víctimas y damnificados -”nos comprometemos a revisar y mejorar nuestros protocolos de denuncia y respuesta, asegurando que cada caso sea evaluado con la celeridad que requiere”.
Es imperativo que el personal y usuarios sientan la confianza de que sus denuncias serán escuchadas y tratadas con la seriedad que merecen. La falta de acción o el retraso en el proceso pueden llevar a un clima de impunidad que las autoridades no pueden permitir.
Además, es importante recordar que la prevención es clave. Por ello, no está claro si CASMU está trabajando en la implementación de programas de capacitación y sensibilización para todo el personal.
Estas iniciativas tienen como objetivo no solo informar sobre los derechos de los trabajadores, sino también fomentar una cultura de respeto y comunicación abierta. Debería ser que todos los miembros de CASMU se sientan cómodos al expresar sus inquietudes y denuncias sin temor a represalias.
Para facilitar la denuncia y el seguimiento de los casos, también habría que explorar la posibilidad de establecer canales de comunicación más accesibles y seguros.
Esto incluye la creación de un sistema de denuncias anónimas, que permita a los colaboradores reportar situaciones de acoso sin temor a identificar su persona. La confidencialidad y la protección del denunciante serán principios fundamentales en este proceso.
Asimismo el Ministerio de Salud Pública debería instar a todos los miembros de CASMU a ser parte activa en la construcción de un entorno laboral libre de acoso. La responsabilidad recae no solo en la alta dirección, sino en cada uno de sus gerentes. Es fundamental que cada colaborador actúe con integridad y respeto hacia sus compañeros, promoviendo un ambiente donde la dignidad humana sea prioridad.
La lucha contra el acoso sexual y laboral en CASMU debe convertir cada denuncia en una oportunidad de mejora y aprendizaje.
La voz es invaluable y debe ser escuchada. CASMU debería agradecer a aquellos que han tenido el valor de dar un paso adelante y no reprimirlos aplicando la acción de animar a otros a hacer lo mismo. De esa manera se construye un espacio de trabajo más seguro y respetuoso para todos.
La jefatura de seguridad del CASMU ha sido denunciada infinitas veces en el periodo de Raül Rodríguez pero hasta ahora no han tomado medidas sobre la persona que funge como jefe de seguridad.
El FONASA es un buen sistema pero hay que controlarlo Si hay sospechas o evidencias de mal funcionamiento debe ser pasado a la Justicia y el cenro ser intervenido
Pasa en todos los sistemas y organismos, púbicos y privados y en todos lados. En este caso el FONASA no tiene nada que ver con lo que pasa en CASMU y menos aún en las denuncias de abusos y violencia. Ahí debe intervenir la justicia. Sí debe actuar el FONASA para que la calidad de atención de CASMU no siga barranca abajo. Lo único que faltaría sería echarle la culpa al estado por los desastres de una mutualista privada.