El insomnio es un trastorno frecuente del sueño. Las personas que sufren de esta enfermedad tienen dificultades para conciliar el sueño, para mantenerse dormidos o para lograr un sueño de buena calidad. Esto ocurre incluso cuando tiene el tiempo y el entorno correcto para dormir bien.
Se calcula que uno de cada cinco adultos en el mundo desarrolla síntomas de insomnio cada año. En la mayoría de los casos, estos son pasajeros y tienen su origen en cosas como el estrés o alguna enfermedad, pero se calcula que uno de cada 10 adultos tiene insomnio crónico, lo que se define como la dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormidos al menos tres veces por semana durante tres meses o más.
La privación del sueño no solo genera problemas de salud física, sino que también puede afectar la mente. Hay estudios que revelan la conexión que existe entre la mala salud del sueño y los síntomas de la depresión. Por lo que puede provocar que las personas sanas experimenten angustia y ansiedad.
Pero en la actualidad existen tratamientos bien estudiados y probados contra el insomnio que casi siempre funcionan. Entre ellas se encuentra la terapia cognitivo conductual (TCC), algunos estudios han revelado que este método es tan eficaz como usar pastillas para dormir a corto plazo, y más eficaz a largo plazo. Los especialistas afirman que esta terapia mejora de forma significativa el insomnio en el 50% de los casos.
La TCC es un tipo habitual de terapia de conversación (psicoterapia). Trabajas con un asesor de salud mental (psicoterapeuta o terapeuta) de forma estructurada y asistes a una cierta cantidad de sesiones. La terapia cognitivo conductual te ayuda a tomar conciencia de pensamientos imprecisos o negativos para que puedas visualizar situaciones exigentes con mayor claridad y responder a ellas de forma más eficaz.
Ella puede ser un instrumento muy útil, ya sea sola o en combinación con otras terapias, para tratar los trastornos de salud mental, como la depresión, el trastorno por estrés postraumático o un trastorno de la alimentación.
Sin embargo, no todas las personas que se benefician de la terapia cognitivo conductual tienen una enfermedad mental. La terapia puede ser un instrumento eficaz para ayudar a cualquier persona a aprender cómo controlar mejor las situaciones estresantes de la vida.
Esta alternativa se utiliza para tratar una amplia gama de problemas. Con frecuencia es el tipo preferido de psicoterapia porque puede ayudarte rápidamente a identificar y afrontar desafíos específicos. Generalmente, requiere menos sesiones que los otros tipos de terapia y se realiza de forma estructurada.
La TCC es una herramienta útil para abordar desafíos emocionales. Por ejemplo, puede ayudarte a lo siguiente: controlar los síntomas de enfermedad mental, prevenir recaídas de síntomas de enfermedad mental, tratar una enfermedad mental cuando los medicamentos no son una buena opción, aprender técnicas para lidiar con situaciones estresantes de la vida. Además, ayuda a identificar formas de controlar las emociones, solucionar conflictos en las relaciones y aprender mejores formas para comunicarse, afrontar el dolor o las pérdidas, superar traumas emocionales relacionados con el maltrato o la violencia. Asimismo, te da las herramientas para afrontar una enfermedad médica y controlar los síntomas físicos crónicos.