Una comunidad de artistas en los suburbios de Beijing,olor a madera y tierra. Un cielo amplio, limpio, sin destellos de edificios modernos y luz encandilante. Caminos oscuros como boca de lobo como decimos en Uruguay, pero seguros.
No tenemos miedo, al contrario tenemos ganas de quedarnos , escuchar el viento y nuestros pies al rozar las calles de tierra.
Una combinación de dos líneas de metro , quince estaciones después mas quince minutos de bus y llegamos a Songzhuang, viajamos solos varias veces desde nuestra llegada a Beijing , y nunca nos había sido tan simple como esta vez llegar a un destin, creer o reventar pero este pueblo nos estaba esperando. Debo ser sincera, tuvimos un guía de lujo. Un mes antes de llegar a Beijing me contacté con Mauricio Paz Viola, artista uruguayo, viviendo en China hace ya cuatro años, con su estudio en la villa artística hace dos.
Por una cosa u otra no habíamos podido encontrarnos en estos dos meses que hace que estoy en China, pero el universo conspiró a nuestro favor y en semana de vacaciones logramos el tan anhelado encuentro (al menos por mi) , escuchar su voz y tonada me llenaron los ojos de lágrimas aunque no deje que lo notara. No solo nos guió, ilustro y contó acerca del pueblo , si no que nos recibió en su estudio y pudimos entrar un poco más dentro de su mundo, donde pinta , arma instrumentos musicales y sueña.
Sus indicaciones fueron precisas y en hora y media llegamos a nuestro destino.
El cambio es notorio y si uno cree en las energías, “las vibras artísticas” se sienten ni bien uno pone pie en ese suelo.
Songzhuang fue más de lo esperado, ubicada al norte del Distrito de Tongzhou y al este de Beijing , este pueblo no es como cualquier otro, aquí sus habitantes viven mayoritariamente del arte y la agricultura se encuentra plagado de estudios talleres y museos, . Aquí viven y tienen sus estudios gran parte de los artistas contemporáneos de China y sus obras se venden en el mundo entero .
Hasta 2020 su población ascendía a los 140.000 habitantes aproximadamente, e iba en crecimiento, pandemia de por medio esta población disminuyó y muchos artistas emigraron a otras partes del país , se estima que hoy hay alrededor de 7000 personas dedicadas meramente a lo artistico viviendo allí.
A diferencia de otros espacios artísticos como puede ser la Zona artística 798 , Songzhuang ofrece , la cercanía con la naturaleza y la conexión con lo espiritual, la convivencia con otros artistas y pueblerinos dedicados a la agricultura,quienes hacen de este pueblo una especie de oasis entre tanta superficialidad.
Pero como en la mayor parte del mundo , el arte no es un nicho fácil, o “ la pegas” y te va bien desde el vamos o es una lucha constante entre tanta competencia . “ En China el arte moderno es un mercado complicado, o vendes tus obras muy baratas o muy caras, no hay punto medio y eso dificulta el vivir de esto” nos comentan .
Lo que sí es cierto es que la satisfacción que conlleva la expresión artística es difícilmente comparable. No olvidaré el rostro de Li Hongbo ,( háganse el favor de googlearlo) artista visual chino quien amablemente nos abrió las puertas de su estudio ubicado en la Villa y con una humildad pocas veces antes vistas nos mostró su obra. Ni hablarles de mi cara de asombro cual niña de 5 años entre la fascinación y la caída de ficha de estar en el estudio de unos de los artistas contemporáneos más relevantes de la época, intercambiar un par de palabras con el , tocar su obra y quedar en contacto para una pronta visita , donde no nos presione el tiempo, y podamos conversar a “ calzón quitao” intérprete de por medio ya que no habla inglés ni mucho menos español, pero ese detalle le da un toque especial al asunto, en fin si me lo permiten esa es una historia que les contaré más adelante.
Songzhuang tiene mucho que contar , por suerte volveré pronto y no solo por contar con un talentoso guia, el pintor uruguayo Mauricio Paz Viola quien tiene su estudio artístico allí hace más de dos años,
