El gobierno de Estados Unidos, liderado por Donald Trump, anunció este lunes la congelación de 2.200 millones de dólares en subvenciones federales a la Universidad de Harvard, tras considerar que la institución no respondió adecuadamente ante casos de antisemitismo registrados en su campus.
La decisión fue comunicada por el Departamento de Educación, que además suspendió contratos plurianuales por 60 millones de dólares. Ambas medidas forman parte de la ofensiva del Grupo de Trabajo Conjunto para Combatir el Antisemitismo, creado por el Ejecutivo en medio de un clima nacional de protestas por el conflicto en Gaza y denuncias cruzadas sobre libertad de expresión y discriminación.
El gobierno acusa a Harvard de no haber tomado “acciones concretas y suficientes” para proteger a estudiantes judíos ante episodios de acoso y hostigamiento vinculados a manifestaciones pro-palestinas.
Rechazo desde la universidad
El rector de Harvard, Alan Garber, respondió con firmeza a la medida. En una carta dirigida a la comunidad universitaria, sostuvo que la institución “no cederá su independencia ni renunciará a los derechos que le garantiza la Constitución”, y calificó la intervención del gobierno como una amenaza a la autonomía académica.
Desde la Casa Blanca, el Ejecutivo acusó a Harvard de sostener “una mentalidad preocupante” al no vincular los fondos federales con una responsabilidad efectiva en la defensa de los derechos civiles. “Recibir dinero público implica compromisos concretos con la no discriminación”, declaró un portavoz oficial.
Cabe recordar que en marzo el gobierno ya había advertido sobre la posibilidad de retirar hasta 9.000 millones de dólares en subvenciones, si la universidad no aplicaba reformas estructurales en sus políticas internas, incluyendo criterios de admisión y gestión de conflictos en el campus.
El caso suma un nuevo capítulo al creciente debate sobre la libertad académica, el control estatal y los límites de la protesta dentro de las universidades estadounidenses.