El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa con una de sus promesas más relevantes al fortalecer la seguridad en la frontera sur del país. La Casa Blanca informó este miércoles que se enviarán 1.500 militares adicionales, quienes se sumarán a los 2.500 miembros de la Guardia Nacional y la Reserva Federal ya desplegados en la región. Este refuerzo busca aumentar la presencia militar y hacer frente a lo que el gobierno considera una prioridad nacional en términos de seguridad fronteriza y control migratorio.
Aunque aún se desconocen detalles específicos sobre qué tropas serán enviadas, Trump defendió la medida señalando que es una respuesta a lo que el pueblo estadounidense ha estado esperando. «Es una prioridad número uno», indicó Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca. Sin embargo, el despliegue de militares plantea interrogantes sobre las tareas que estarán habilitados para realizar, ya que la ley Posse Comitatus limita el rol de las fuerzas armadas en la aplicación de la ley, aunque se especula que Trump podría invocar la Ley contra la Insurrección para permitir su involucramiento en funciones más directas.
Y los espaldas mojadas seguirán entrando ilegalmente. En muchos casos estafados por «empresas» con patas de ambos lados de la frontera. Estos controles recuerdan el escudo antimisiles que programó Bush Jr para defender el territorio estadounidense de ataques nucleares …y después dos loquitos con cuchillos de plástico desviaron dos aviones y derribaron las Torres Gemelas, provocando una masacre.