Desde presentadora de televisión y encargada de cultura y prensa, hasta bloguera y profesora, Andrea Mella ha transitado por diferentes roles gracias a los cuales ha ido profundizando en la cultura e idiosincrasia chinas, a la vez que ha ayudado a fomentar la cooperación continua entre China y América Latina.
“Extraño muchísimo mi día a día en Beijing: los amigos, las reuniones en Annie’s, ir a la Ciudad Prohibida, pasear de una forma segura, comer pato laqueado de Beijing”, señala Andrea Mella desde Santiago de Chile, donde reside actualmente. Si bien han pasado cinco años desde que dejó Beijing y pese a continuar íntimamente ligada a China, son muchos los recuerdos que afloran en su mente al recordar esos nueve años de su vida. Para la joven chilena, todo comenzó gracias a un curso –Asia Pacífico– que tomó durante su carrera universitaria, el cual sería el puntapié inicial que la llevó a desarrollar un creciente interés por la región, y más específicamente por China. Como muchos extranjeros, llegó a estudiar mandarín gracias a una beca, sin tener mucha idea de la ciudad donde viviría ni de lo que le depararía el futuro. Como muchos también, al poco andar se dio cuenta de que un año –lo que duraba la beca de estudios– no iba a bastar para profundizar en la cultura y el idioma. Por eso, buscó la forma para permanecer en Beijing. “El 2010 fue un año de búsqueda, sobre todo para aterrizar mi perfil laboral en el mercado chino”, manifiesta. Como historiadora, Andrea Mella cuenta que sus opciones de trabajo en China eran limitadas, por lo que se abocó a la enseñanza de idiomas en un inicio, a la vez que exploraba nuevas oportunidades relacionadas con el rubro del turismo.
Un nuevo golpe de suerte tocó su puerta al año siguiente. “Los caminos de la vida hicieron que en 2011 lograra entrar a trabajar a CCTV en Español, en un inicio como especialista correctora de idioma, pero que luego también incluyó trabajo de cámara”, explica. Los cuatro años al interior de la emisora estatal fueron una gran fuente de aprendizaje para Mella, tanto en el plano profesional como personal. Participó en tres programas de televisión –Arte culinario chino, Recorriendo China y Aprendiendo chino–, lo cual le permitió viajar extensamente por el país e internarse en las cocinas de restaurantes que de otra forma nunca habría podido conocer.
Tras su paso por la televisión, Andrea Mella decidió retomar la idea de especializarse en turismo, por lo que volvió a estudiar chino para preparar su segunda maestría. Además, entre tanto, surgió la oportunidad de colaborar en la Oficina de Cultura y Prensa de la Embajada de Chile en Beijing. “Sin quererlo, me había especializado en medios de comunicación y, como gran parte de mi camino en China, [este nuevo trabajo] apareció de una forma inesperada”, cuenta al respecto. De forma paralela, creó un blog llamado EnBeijing, en el que compartía información básica para quienes visitaban la ciudad, pero que más adelante también se convirtió en una instancia para acercar Beijing a quienes residían de forma permanente a través de tours gratuitos y otras actividades. “Siempre he entendido mi experiencia en China como un gran paraguas que une diferentes disciplinas”, señala la chilena a propósito de este tránsito por diversos roles y trabajos. “Creo fervientemente que para vivir y entender este país es necesario tener una gran capacidad de adaptación y, en ese contexto, creo que toda mi experiencia laboral ha tomado ciertos elementos de mi perfil profesional y de mi personalidad que en diferentes momentos se han destacado o han sido necesarios”, agrega.
Andrea Mella ahora reside en Chile, pero su lazo con China continúa marcando sus pasos. Desde su retorno, se desempeñó, primero, como coordinadora de cultura para el Centro Regional de Institutos Confucio para América Latina y el Caribe (CRICAL) y ahora también como coordinadora regional para el Centro de Educación y Cooperación Lingüística (CLEC), dependiente del Ministerio de Educación de China. En este rol, le ha tocado desarrollar proyectos relacionados con la difusión del mandarín en la región, la capacitación de profesores y la organización de ciclos de escritores y cineastas. Por otro lado, desde la fundación también se han abocado a impartir clases de chino adaptadas a diferentes contextos a través del proyecto “Chino +”; a saber, Chino + Telecomunicaciones, Chino + Energías Renovables, Chino + Cultura Agrícola, y Chino + Moda Contemporánea China. Según explica, una de las cosas más desafiantes y a la vez interesantes es reconocer cuáles son las necesidades del público en la actualidad, con el fin de llegar con una oferta lingüística y cultural más amplia al mayor número de personas posible.
Ha trabajado incansablemente para aportar su propio granito de arena. Junto a Nicolás Escaffi, quien también vivió en China por más de diez años, fundó la Asociación de Amigos Profesionales de China. Según advierte, el intercambio comercial ha ido cobrando una creciente importancia, mientras que cada vez hay más empresas chinas en Chile, lo cual ha generado una necesidad de profesionales familiarizados con el idioma, la cultura y otros aspectos de China. “La Asociación de Amigos Profesionales de China nace precisamente entre quienes hemos vivido y nos hemos especializado en China, y porque deseamos aportar desde nuestros campos a este intercambio”. En ese marco, la fundación apunta a “crear redes de contacto entre profesionales y así poder mejorar la cooperación y el aprendizaje mutuo”.
Andrea Mella mantiene un fuerte nexo con China, lo cual le hace pensar que en un futuro pueda regresar con un nuevo proyecto. “Mi camino con China ha sido una constante sorpresa, así que creo que uno nunca sabe lo que puede aparecer”, dice.