Las principales acciones con respecto a la educación han pasado por los cambios legales que introdujo la ley de Urgente Consideración, el recorte presupuestal y la reforma curricular que para decirlo simple es el cambio de los programas y reglamentos vinculados al pasaje de grado.
El recorte presupuestal
La Anep ha perdido en lo que va del gobierno unos 140 millones de dólares aproximadamente, esto afecta las remuneraciones de los funcionarios y además ha llevado a ciertos cambios que están más fundamentados por el contador que por la política educativa. Ejemplo de ello son la pérdida de horas de coordinación, la pérdida de salario de casi dos meses de las Maestras Comunitarias, el aumento de la cantidad de estudiantes por grupo entre otras. Es cierto que en la Rendición de cuentas se le otorgan a laAnep algunos recursos que no llegan a poco más de un tercio de lo perdido.
Hay algunos indicadores que dan cuenta del deterioro que provocó la pandemia y las políticas educativas, aumento de la repetición en primaria, disminución de la cantidad de niñas y niños que asisten a tres años, disminución de la cantidad de estudiantes de bachillerato, entre otros. A esto se suma las dificultades que traen los cambios de metodología del Instituto Nacional de Estadística, ya sea por la pandemia o por razones técnicas, no permiten saber datos importantes sobre el comportamiento del sistema educativo.
En el caso de la Universidad de la República, la pérdida de presupuesto ha sido constante desde el inicio del gobierno. Para esta rendición de cuentas el mensaje del Poder Ejecutivo otorga cero pesos y es el Parlamento que debe reasignar recursos para no asfixiar a nuestra casa de estudios. Desde que comenzó el gobierno la Universidad ha perdido más de 30 millones de dólares. No dotar del presupuesto necesario afecta los salarios docentes de la Universidad pero también afecta la creación de nuevas carreras y la continuidad del proceso de descentralización que ha sido tan importante para los estudiantes y para el país.
La reforma curricular
Los cambios en lo curricular son cambios importantes para los sistemas educativos y por lo tanto para las sociedades en los que ellos trabajan. En lo curricular está aquello que los estudiantes deben aprender cuando circulan por el sistema educativo, allí aparece la herencia de conocimientos y sensibilidades de la humanidad así como el conocimiento científico disponible al momento. Pero la conversación sobre lo curricular no termina allí, incluye los valores que una sociedad determinada entiende son relevantes para la construcción del “nosotros”. Es por tanto una conversación de la ciudadanía, que tiene un profundo carácter democrático y democratizador. Los valores que nos son relevantes como sociedad o las características que deseamos tener en el futuro son parte de esa conversación. No parece razonable que esos cambios se realicen sin amplios y profundos procesos de diálogo que incluya las sensibilidades que se encuentran en nuestras comunidades.
Luego viene un trabajo técnico sobre aspectos que tienen que ver con los marcos, las progresiones de aprendizaje y los perfiles de logro, las mallas curriculares y los programas.
Este trabajo también admite diferentes miradas a las mejores formas para ser llevado adelante. La administración ha resuelto hacerlo también en soledad.
En estos temas se debe consultar a las Asambleas Técnico Docentes y la administración lo ha cumplido solo formalmente. Las Asambleas se han pronunciado críticamente a los documentos.
La ATD de secundaria se había retirado de las comisiones de programa y esta semana se retiraron las ATD de primaria.
A todo esto se debe sumar el pedido de una de las organizaciones que nuclea a los colegios privados pidiendo la postergación de la aplicación de la reforma en 2023.
La reforma curricular de la educación obligatoria no es la única en curso, hay también en curso una reforma casi express en las carreras de Formación en Educación. Allí se plantean cambios a la formación de docentes y educadores que implican modificar 5 carreras y que también tiene como fecha de inicio el 2023. En este caso tanto estudiantes como docentes, ya sea en ATD o a nivel sindical han criticado las formas y el contenido.
Esta situación brevemente explicada es la que nos ha puesto esta semana con huelga en la Universidad, huelga en Secundaria, paros y ocupaciones en todo el país y un conflicto que está afectando a toda la educación pública nacional.
Las formas del gobierno.
El gobierno no ha cambiado su curso de acción, no lo hizo con la pandemia, y tampoco lo hace frente a los reclamos de todos los actores que los están haciendo.
Persiste en un camino que ataca a los docentes y a los estudiantes, ya sea a través de actores con capacidad de agenda o lisa y llanamente inhabilitando las medidas de protesta, entre otras acciones que prácticamente caen en un gris de legalidad.
Las decisiones sobre la implementación de los cambios o qué acciones se verán afectadas por la asignación presupuestal no aparecen claramente en la agenda, a pocos meses de inicio del año lectivo 2023.
Se toman decisiones considerando a la política educativa como una política de un período de gobierno y no como una política que debe tener luces largas, de esta forma toma decisiones que no son razonables en términos de política pública. Esto no quiere decir necesariamente que se asocie esto a cuestiones electorales pero tampoco indica lo contrario.
Sea por las razones que sean, la implementación de los cambios dependen también del próximo período de gobierno y esto no parece estar en el horizonte.
El pasado 5 de octubre fue el Día Mundial de las y los Docentes y la consigna de este año que colocaron UNESCO, UNICEF, la OIT y la Internacional de la Educación fue “La transformación de la educación comienza con los y las docentes”, tal vez sea hora de tomar nota.
