El deporte necesita vender éxitos y esperanza. Como no hay nada en juego los clubes dan esperanza con fichajes. Una transacción es tan fácil como un acuerdo entre el que compra, el que vende y el jugador que cambia de conjunto pero en esa operación repetida una y mil veces hay mucha letra pequeña. Comisiones a agentes, acuerdos de derechos de imagen, primas, bonus, porcentajes de futuro… Muchas cosas que se escapan para los que lo vemos desde la distancia.
Un informe de Diario AS de España revela que varios jugadores de primer nivel mundial, como Alex Sandro, Rulli, Willian José, Allan o Calleri, tienen una peculiaridad en común poco conocida. Todos los nombres antes citados, formaron parte alguna vez del CD Maldonado, eso sí, sin jamás disputar un solo minuto ninguno de ellos. Esto se debe a una estrategia de mercado que ha encontrado un resquicio legal en la normativa FIFA, que sirve para que todo el mundo gane, excepto la organización.
Esto mosquea a la FIFA que quiere evitar estos “traspasos puente”, pasar de un club a otro con escala en un tercero en el que no juegan, pero no puede. El Maldonado compra y vende pero no consume. El cómo y los porqués de la última trampa de la trastienda del fútbol y sus fichajes.
El CD Maldonado funciona como un club puente para todos estos jugadores con proyección, que dan el salto desde Sudamérica a Europa. La estrategia es simple y a la vez compleja: ‘El Depor’ compra un poco más caro de lo que tenía pensado el club de origen, y vende un poco más barato de lo que planeaba el club adquisidor. Tras esto, llega la pregunta: ¿Cómo es posible que todos ganen?
La respuesta a este interrogante está en la tasa de impuestos. Todos los clubes, al realizar un traspaso, deben de pagar unas tasas a los organismos, siendo diferentes dependiendo del coeficiente de la competición de cada país. Según el ranking FIFA, Uruguay se ubica en el nivel más bajo, por lo que los clubes están obligados a pagar un porcentaje de impuestos mucho menor, y ahí es donde se obtienen beneficios de esta transacción.
La estrategia para rentabilizar las inversiones
La gestión del CD Maldonado sigue unas pautas muy claras, adquieren jugadores con potencial para dar el salto a Europa por una suma, y en cuestión de minutos, se efectúa una ‘reventa’ con un club con el que se intuye, había un preacuerdo no oficial para llevar a cabo el movimiento, o bien realizan varias cesiones de un jugador a lo largo de los años, a modo de ‘alquiler de futbolistas’ que rentabilizan el pago tras una serie de temporadas en el fútbol europeo.
Realmente el club funciona como un grupo de inversión, algo vetado dentro de FIFA tras una serie de prácticas en el pasado, que el organismo intenta frenar a toda cosa. En el caso del Maldonado, FIFA no puede hallar la forma de prohibirle esta estrategia, debido a las leyes fiscales del país, y que Deportivo Maldonado se ha estructurado muy bien, y realmente funciona como un club normal y corriente, pese a que los objetivos no sean los mismos. A fin de cuentas, Deportivo Maldonado a vistas de la FIFA, es un club que compra y vende, pero no utiliza.
¿Quién está detrás del CD Maldonado?
El club es una Sociedad Anónima Deportiva (SAD) propiedad de un grupo empresarial con raíces en Brasil y en Reino Unido. Dentro de ese grupo, destacan personalidades como Malcom Caine, parte del grupo de representación que lleva a Gareth Bale, y Graham Shear, una de las personas salpicadas en el traspaso fraudulento de Tévez al West Ham. Ambos se conocen del mundo de los negocios de caballos de carreras, desde donde salieron en el año 2009 para hacerse propietarios de este equipo uruguayo que por entonces militaba en la segunda división.
La historia
Tiempo atrás, el diario El Español.com publicaba la historia de este vínculo: el CD Maldonado es una institución con casi 90 años de historia pero que en 2009 tuvo que refundarse por graves problemas económicos. Un año más tarde, un grupo de inversores anglobrasileños adquirió el equipo. Al mando de este conjunto de empresarios está el británico Malcolm Caine, parte de la agencia de representación Stellar Group en la que destaca Jonathan Barnett el agente de Gareth Bale y Joe Hart. Otro de los socios propietarios del club es el abogado Graham Shear quien estuvo implicado en el traspaso fraudulento de Carlos Tévez al West Ham en 2007.
¿Por qué comprar un club en Uruguay? Básicamente los TPO (third party ownership), es decir, los propietarios de derechos de jugadores que no están ligados a clubes, eran intermediarios que promovían fichajes y adquirían parte de la valía de esos futbolistas. Con la crisis estos TPO se hicieron frecuentes, los famosos fondos de inversión que compraban porcentajes de los derechos de jugadores y los vendían al mejor postor. Operaban especialmente de Sudamérica a Europa, pero tenían que pagar impuestos en el país del club de procedencia.
Lo que ha hecho el grupo de Caine es buscar un lugar con menos gastos, la FIFA divide por escalafones las diferentes ligas teniendo las categorías más bajas menos impuestos que pagar. Uruguay está en la cuarta categoría, lo que según Bloomberg eso supone un ahorro del 40% en impuestos respecto a Argentina o Brasil qué están mejor valorados por la FIFA.
Al comprar un club en Uruguay esos inversores ahorraban en impuestos y evadían las cada vez más restrictivas medidas de la FIFA contra los TPO. Se creyó cortar el camino a los fondos de inversión en diciembre de 2014: “Ningún club o jugador podrá firmar un contrato con un tercera que conceda a dicho tercero participar, parcial o totalmente, del valor de un futuro traspaso del jugador” (Circular FIFA 1464 Artículo 18 ter 1). Es decir, negocios sólo entre clubes, jugador y agente del jugador, nada de fondos de inversión.
Lo que consiguieron Caine y su grupo con el CD Maldonado es disponer de una plataforma en la que operar a cambio de “inversión que incluye infraestructura, entrenador, conocimientos técnicos, instalaciones médicas y otros gastos en desarrollo y captación” (en palabras a Bloomberg). Una tapadera amparada por las normas, ya no son una tercera parte de la negociación, son tan válidos en esa transacción como el club comprador.
Los fondos de inversión que la FIFA quería controlar siempre recibieron apoyo de países que sufrieron la crisis como España y Portugal. Tanto es así que España recurrió la circular FIFA que atacaba a las TPO ya que dañaba “la competencia igualitaria” argumentando que permitía a clubes modestos firmar más barato, es decir, el club firmaba a un talento sudamericano que se revalorizaba y ese beneficio iba casi de forma íntegra al fondo mientras que la FIFA quiere que las operaciones y el dinero se quede entre clubes.
La técnica del CD Maldonado no es nueva, pero ninguno había mostrado tanta actividad. Nada mal para un club que no forma, ellos aseguran la plataforma para que lleguen a Europa a buen precio y el club que vende en primer lugar se lleva un porcentaje de la futura operación y el precio inicial que acuerdan entre club de origen y Maldonado.