La cuenta regresiva comienza y en las calles de Venezuela prevalece la incertidumbre sobre lo que pasará el próximo 10 de enero, día en que legalmente el nuevo presidente electo deberá juramentarse ante el Parlamento para asumir el cargo de cara a los próximos 5 años.
El pasado 28 de julio, en el país caribeño se realizaron las Elecciones Presidenciales, pero el resultado no fue el esperado. El Consejo Nacional Electoral (CNE) de ese país anunció como ganador a Maduro con casi el 52% del padrón electoral, resolución que fue cuestionada por una parte de los venezolanos y una sector de la comunidad internacional, debido a que nunca se mostraron las pruebas de dicho resultado. En la acera de enfrente, se encuentra González Urrutia en representación de la líder opositora Maria Corina Machado (inhabilitada por Maduro para las elecciones), quienes en un giro inesperado de la historia habilitaron una página web con las actas de votaciones donde evidenciaban un triunfo contundente de Edmundo con el 67% de los votos escrutados. Actas que luego serían cuestionadas por las autoridades venezolanas (impuestas por Maduro), pero que sí fueron aceptadas por gran parte de las distintas autoridades del mundo.
Este escenario provocó una serie de protestas en el país que fueron reprimidas por las fuerzas militares y que trajo como consecuencia que más de 10 organizaciones de los derechos humanos nacionales e internacionales, incluyendo el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, denunciaran persecución política, encarcelamiento de menores de edad y más de 2.400 personas encarceladas injustamente. Por su parte, Maduro niega que exista esta realidad en Venezuela.
En el mes de septiembre, Edmundo tomó la decisión de exiliarse en España, luego aseguró sentirse presionado y que tomó la decisión para salvaguardar a su familia ante las amenazas del alto mando chavista. Por su parte, Maria Corina permanece en el anonimato, enviando mensajes continuos a la población por redes sociales que el 10 de enero “toca cobrar”. La versión que mantiene el mandatario de izquierda de los hechos es que Edmundo se fue solo y sin ser presionado y firmó un documento donde asegura que no volverá a Venezuela.
Países como Italia, Ecuador, Argentina, Uruguay e instancias como el Parlamento Europeo, el Senado de Colombia y el Congreso de Costa Rica han reconocido a González Urrutia como el ganador de las presidenciales, y Estados Unidos ha considerado ayudar al opositor a volver a Venezuela si este les pide ayuda.
Entretanto, aliados tradicionales del chavismo como Cuba, Nicaragua, Irán, China y Rusia reconocen el triunfo de Maduro, mientras que Colombia y Brasil, considerados aliados del Ejecutivo venezolano, han reiterado que “si no hay actas, no hay reconocimiento”.
Ambos dirigentes políticos han anunciado en múltiples ocasiones que el 10 de enero se van a juramentar ante las autoridades competentes para asumir la presidencia en el nuevo periodo. La Asamblea Nacional Bolivariana o Parlamento, que es controlado por la izquierda, ya envió la carta de invitación a Maduro para que asista a la toma de posesión. En tanto que Edmundo asegura estar preparado para su vuelta, inclusive conoce los riesgos que eso conlleva y que puede terminar preso por lo que dijo estar moralmente muy fuerte. Así mismo ya mencionó que María Corina Machado será nombrada como vicepresidenta ejecutiva en su gobierno.
Ante la postura de los dos líderes principales, el opositor y el actual mandatario, Venezuela se debate en las calles sobre lo que pasará el próximo 10 de enero.