Es necesario decirlo aunque sea obvio: ningún abusador de menores es religioso. Ni de mi religión ni de ninguna.
La afirmación es de orden, genérica, y hablo desde mi perfil. Sabrán otros cómo quitarse el saco si les queda. En tiempos donde al parecer retrocedemos en algunas cosas importantes del relacionamiento social y familiar, casi tan vertiginosamente como avanzan la ciencia y la tecnología, está claro que un título de autoridad litúrgica la que fuere, así lo hayas obtenido según formalidades correspondientes, no es vacuna contra nada, ni exime de culpas.
Todo lo contrario.
Es una responsabilidad mayor, porque ser ministro o ministra de un culto religioso es representar de forma destacada a la colectividad creyente de la que se forma parte, y a la cual te preparan para orientar.
Mucha gente se respaldará en tus conocimientos, sabiduría, palabra, consejos, y será definitivamente vulnerable a tu influencia. Inevitablemente te verá como a una diosa o a un dios, así seas un simple caradura por falso, o porque no respetas lo que representas.
Más si se trata de jóvenes niños y niñas, gente moralmente lesionada, ancianidad, enfermos, y todo el crisol de problemas que emparejan a los distintos sectores sociales a la hora de las necesidades humanas; salud, trabajo, tranquilidad, amor, ascensos laborales, pagar cuentas, comida en la mesa, paz.
Abusar de esa confianza tan pura que deposita un fiel en un sacerdote es una bajeza de las peores si es que puede haber grados de canallez. Sin embargo, hay quienes son más ruines que la ruindad, y se escudan en sus hábitos o investiduras para delinquir, prevaleciéndose del encantamiento que genera su aura sacerdotal. ¡REPUDIABLES
DELINCUENTES! ¡Qué inmundicia! ¡Qué asco!
No hay formas más descriptivas de denominar tales situaciones que revuelven el estómago y más que todo son actos tipificados en el código penal pasibles de ser juzgados penalmente.
La gente somos capaces de glorificar y corromper todo. Eso es seguro. Las religiones intentan hacer mejores a las sociedades desde lo individual a lo comunitario que es parte de la esencia humana, congregarse, unirse, juntarse en torno a causas u objetivos superiores.
Solo que nada te transforma en buena persona si no querés serlo, tengas religión o no tengas. ¿Cómo actuar?. De acuerdo a leyes, ética y valores democráticos republicanos y también religiosos si somos profesantes de alguna fe.
Todas las religiones mandan hacer el bien. Tenemos plena conciencia de la bondad y de la maldad dentro y fuera de lo sacramental, a menos que se trate de personas enfermas que deben ser tratadas a nivel mental, emocional o lo que sea necesario.
Si hacemos daño es por cuenta nuestra y nada tiene que ver la creencia. Pagaremos lo que corresponda ante la Justicia humana y sagrada también, sin dudas.
Cuando convivimos siempre hay conflicto de intereses, el mejor rumbo essi anteponemos las necesidades comunitarias a lo personal. Esa es una guía universal base de las familias de Umbanda y Cultos Afro, el UBUNTU el “soy porque somos”, filosofía de vida y sobrevivencia.
Invitación a considerarnos en tanto simple humanidad con creencias o no, a cuidar a la vejez y a la niñez como dones de la existencia, al respeto por lo diverso y las capacidades diferentes, por la naturaleza, por las diferentes especies de la vida y sus ciclos, a vernos sin mirar lo material, en clave de equidad en derechos y oportunidades, desde lo intrínseco de la otredad, del ser solidarios para el bienestar global, el único que sostiene a la comunidad planetaria.
Como madre, abuela y como religiosa no puedo quedarme callada cuando a veces ensucian nuestra fe ancestral y digna, tan gratuitamente, con tanta saña y situaciones que horrorizan.
Si una persona respeta su mundo espiritual el que sea, jamás violentaría a la infancia ni al prójimo vulnerable. Quien sea es un delincuente, que actúe la Justicia, que vaya preso.
Sea protegida como siempre la niñez en nuestra grey de matriz afro. Que la Familia Sagrada de Entidades de luz nos sigan elevando, y que la lacra humana sea descubierta donde quiera que se esconda. ¡Axé!
y seran violadores? xq entre la ley de genero horrible que sancionaron y el codigo penal del 2017, el desfile de inocentes hacia las carceles es imponente.
Ahora le pisan el juanete a una mujer uruguaya y van presos 36 meses y pagan 12 sueldos.
Que barbara la democracia local eh…creo que la perdieron varones. Estan a tiempo de recuperarla voten bien…