«No hemos dejado que el Sevilla reaccionara, hemos hecho la presión alta muy bien. El esfuerzo del equipo es evidente.
Habían fallado todos los perseguidores y era un partido clave. Normalmente nos cuesta atacar bloques bajos y hoy hemos generado muchas ocasiones, también es importante», dijo en rueda prensa.
«Estoy muy satisfecho. Era importante, meter una ventaja de ocho puntos con el Madrid. Estamos en una situación privilegiada pero queda un mundo. No es definitivo ni mucho menos, pero nos agrada ser líderes, tener esta ventaja y hacer estos partidos», añadió.
El técnico azulgrana esquivó las preguntas sobre el favoritismo de su equipo para ganar la Liga. «No sé si es el más fiable, estamos en un gran momento, pero esto cambia rápido. No nos podemos relajar. El equipo está intenso, como un bloque. Estoy contento pero ya pensando en el Villarreal», afirmó.
«El trabajo está dando sus frutos, el equipo se lo cree. Seguimos en construcción pero es algo muy bueno. No hay nada ganado, solo la Supercopa y tenemos que seguir.
Tenemos hambre, que es lo importante. Te la puede ganar el Madrid, tiene que venir aquí, será un partido importante, y puede ganar a cualquier equipo. Vamos a un campo el domingo donde el Madrid perdió, una salida muy difícil. Cada partido se juegan mucho los equipos», añadió.
«Cada partido va a ser una guerra. El Madrid competirá hasta el final, no podemos bajar la guardia. Es capaz de hacer grandes remontadas, lo he vivido como jugador y ahora no lo quiero vivir como entrenador. Me alegro de que la gente esté contenta pero estamos en febrero», insistió.
Por otro lado, Xavi confirmó que Busquets tiene un esguince, sufrido a los tres puntos de partido, y destacó el papel de Kessie en su sustitución y de un Jordi Alba titular.
«Entran Jordi y Kessie y hacen un partido extraordinario, significa que el equipo está enchufado y motivado. Jordi es un pasador, el mejor del equipo por banda, no tenemos futbolistas con último pase, y era un partido para dar el último pase», terminó.