La artista Mónica Packer toma la vida de su padre como hilo conductor para la expresión plástica de las distintas capas que componen la vida, la supervivencia, la memoria, y la percepción del tiempo. Esta muestra, que se inaugura el Inauguración 5 de septiembre en el Museo Nacional de Artes Visuales (Tomás Giribaldi 2283) recorre la vida de un ciudadano rumano-húngaro judío deportado en 1944 a Auschwitz-Birkenau junto a sus padres, hermana y abuelo. Mónica Packer toma la vida de su padre como hilo conductor para la expresión plástica de las distintas capas que componen la vida, la supervivencia, la memoria, y la percepción del tiempo.
Packer nació en Montevideo en 1960. Se formó en el taller de Mirta Nadal de Badaró, Félix Bernasconi, Guillermo Fernández y en el Club de Grabado.
Desde 1978 se dedica a las artes visuales.
Incursiona en distintas técnicas: pintura, grabado, instalaciones y cerámica. Expone desde 1982. Ha sido mencionada y premiada en numerosos concursos y salones nacionales e internacionales, tales como el Premio Paul Cézanne, Coca Cola, Salón de Arte, La Paz, Bolivia; Salón Municipal, Salón Nacional, Salón Bnai Brith y obtuvo el Gran Premio Ana Frank.