El tofu, ese bloque blanco y esponjoso aparentemente insaboro, es mucho más de lo que aparenta. Este alimento básico de la cocina asiática tiene una historia fascinante que se remonta a miles de años, además de ser un comodín culinario que se adapta a casi cualquier receta. La historia del tofu comienza en China, hace más de 2,000 años, durante la dinastía Han. Se dice que un príncipe chino fue quien lo inventó accidentalmente al intentar hervir habas de soja. Inspirado por la coagulación de la leche de cabra, decidió mezclar leche de soja con un coagulante llamado nigari, una sal que se obtiene del agua de mar, y así nació el tofu.
Una de las razones por las que el tofu ha tenido tanto éxito a lo largo de los siglos es su versatilidad. A diferencia de otros alimentos, el tofu puede ser suave o firme, frito o hervido, y se adapta a cualquier sabor que le pongas. Además, es una excelente fuente de proteínas y es apto para veganos y vegetarianos. Es interesante saber cómo se hace desde cero. No es tan complicado como parece. El primer paso para hacer tofu es fabricar la leche de soja. Esto se hace remojando los granos de soja secos en agua durante varias horas. Luego, se trituran y se mezclan con agua antes de hervir la mezcla. Después de hervirla, se cuela para separar la pulpa, conocida como “okara”, de la leche de soja líquida.
El siguiente paso es la coagulación. La leche de soja se calienta y se mezcla con un coagulante. El coagulante tradicional es el “nigari”, pero también se pueden usar otros como el sulfato de calcio. Este paso es crucial, ya que es lo que convierte la leche líquida en cuajada sólida.Una vez que la mezcla se ha coagulado, se coloca en moldes y se prensa para eliminar el exceso de líquido. Dependiendo de cuánto tiempo se presione, el tofu será más firme o más suave.
Este ingrediente puede ser el protagonista de una amplia variedad de platos, desde los más tradicionales hasta los más modernos y creativos.El tofu tiene un lugar de honor en la cocina china, donde se utiliza en muchas recetas tradicionales. Uno de los platos más famosos es el Mapo Tofu, originario de la provincia de Sichuan. Este plato combina tofu suave con carne picada que puede ser de cerdo o ternera, todo cocido en una salsa picante a base de pasta de porotos y chiles.
Otra forma clásica de disfrutar el tofu en China es en sopa. El tofu en sopa de miso es un básico en la dieta diaria de muchas familias. El tofu suave se corta en pequeños cubos y se añade a una sopa ligera hecha con miso (una pasta fermentada de soja), creando un plato reconfortante y nutritivo.El tofu ganó popularidad por ser una alternativa a la carne. Una de las preparaciones más populares es el tofu marinado y asado. Este ingrediente tiene una gran capacidad para absorber sabores. Si lo marinamos con salsa de soja, jengibre y ajo durante unas horas y luego lo asamos a la parrilla, obtendremos un plato perfecto para acompañar con arroz o verduras asadas.El tofu también puede usarse en postres. El tofu sedoso o “silken tofu” es una opción perfecta para hacer mousses, tartas y batidos. Su textura cremosa se mezcla fácilmente con ingredientes dulces como chocolate o frutas, creando postres ligeros y deliciosos.
El tofu es mucho más que un simple bloque de soja. Es un alimento con una rica historia, un proceso de elaboración fascinante y una versatilidad que lo hace único. Desde sus humildes orígenes en la China antigua hasta su popularidad global actual, el tofu ha demostrado ser un ingrediente fundamental en la cocina, tanto tradicional como moderna.