El Gobierno de Hungría ha asegurado que la empresa BAC Consulting, vinculada supuestamente a los dispositivos buscapersona de Hezbolá que explotaron el martes en Líbano, no dispone de ningún lugar para fabricar este tipo de aparatos en territorio húngaro y que es un mero «intermediario comercial». BAC Consulting ha sido señalada por la empresa taiwanesa Gold Apollo, a la que se identificó en un inicio como fabricante. Según esta compañía, la húngara tiene derecho al uso de la marca de Gold Apollo, pero «el diseño y fabricación de los productos es responsabilidad de BAC». El Gobierno húngaro ha podido confirmar que la empresa «es un intermediario comercial, sin ningún lugar de fabricación u operaciones en Hungría», según ha explicado uno de sus portavoces, Zoltan Kovacs, en redes sociales. Así, no les consta que los aparatos en cuestión «hayan estado en Hungría».
«Para Hungría, este caso no representa ningún riesgo en materia de seguridad nacional», si bien Kovacs ha señalado que las autoridades colaborarán con las agencias y organizaciones internacionales en caso de que sea necesario para esclarecer lo ocurrido. Al menos doce personas murieron y otras 2.800 resultaron heridas, unas 300 de ellas de carácter grave, por las explosiones del martes, según el Gobierno libanés. Las primeras investigaciones apuntan a la colocación de explosivos en el interior de los ‘buscas’, por lo que lo que quedaría por resolver cómo y cuándo pudieron ser colocados.