En una Brasilia agitada por un inusual dispositivo de seguridad, Lula Da Silva dió su primer discurso como nuevo presidente de Brasil. El clima se encuentra enrarecido por las numerosas manifestaciones en reclamo de un golpe de Estado y un intento frustrado de ataque terrorista por parte de Bolsonaristas.
Durante su discurso Lula Da Silva se refirió en reiteradas oportunidades a la situación en la que se encuentra el país luego del gobierno de Jair Bolsonaro. “El diagnóstico que recibimos del equipo de transición es aterrador” dijo el flamante mandatario y agregó: “es sobre estas ruinas terribles que asumo el compromiso de reconstruir Brasil”.
Finalmente Lula se refirió al período de gobierno anterior como “Proyecto de destrucción nacional que hoy culmina”.
“Dije que mi tarea no estaría cumplida hasta que cada brasilero y brasilera tuviera 3 platos de comida al día, hoy reitero ese compromiso ante la situación en la que se encuentra el país” manifestó en referencia a su programa “hambre cero” implementado durante su primer gobierno.
Los temas ambientales y en particular la problemática de la Amazonas estuvo en el centro del discurso de asunción en el cual Lula prometió detener la deforestación y pagar la deuda ambiental con los pueblos originarios: “vamos a revocar todas las injusticias cometidas contras los pueblos indígenas” afirmó.
Otro de los anuncios realizados por el nuevo presidente, es el de revocar la ley de tenencia de armas por parte de civiles, emblema de Bolsonaro: “Brasil no necesita armas en las manos del pueblo sino seguridad” afirmó ante el Congreso.
A la ceremonia de traspaso del gobierno no asistió el presidente saliente Jair Bolsonaro quien se encuentra fuera del país.
Se calcula que más de 300 mil personas acudieron a Brasilia para festejar la asunción del nuevo presidente.
Es la tercera vez que Lula Da Silva es electo como presidente de Brasil, la primera fue del 2003 al 2006 y la segunda 2007 – 2010.
Lula llega al gobierno luego de una larga campaña en su contra que incluyó su aprisionamiento por 580 días hasta que el 3 de julio de 2019, la Justicia de Brasil lo declaró inocente por unanimidad. Su vicepresidente será el socialista Geraldo Alckmin.
