La depresión posparto es una recaída que pasa de moderada a intensa en una mujer después de que ha dado a luz y se puede presentar poco después del parto o hasta un año más tarde. La mayor parte del tiempo ocurre dentro de los primeros tres meses después del parto.
Por eso siempre es bueno tener un seguimiento médico después del embarazo, que pueda detectar esta enfermedad. Por lo general, el proveedor de atención médica habla contigo sobre tus sentimientos, pensamientos y salud mental para ayudarte a determinar si tienes un caso de tristeza posparto a corto plazo o un tipo más fuerte de depresión.
La importancia de este diagnóstico a tiempo pasa por la prevención y el tratamiento oportuno para aliviar los síntomas. Cabe resaltar que una de las principales causas de mortalidad materna evitable es el suicidio posparto, atacando al 20% de las mujeres del mundo, por lo que es un aspecto delicado de la salud.
Las causas exactas de la depresión posparto se desconocen con exactitud, pero los cambios en los niveles hormonales durante y después del embarazo pueden afectar el estado anímico de una mujer. Muchos factores distintos a los hormonales también pueden afectar el estado de ánimo durante este período: cambios en el cuerpo a raíz del embarazo y el parto; cambios en las relaciones laborales y sociales; tener menos tiempo y libertad para sí misma; falta de sueño; y las preocupaciones acerca de su capacidad para ser una buena madre.
En la actualidad existen investigadores que están trabajando en la búsqueda de biomarcadores y en el desarrollo de pruebas para detectar cambios en el sistema inmunológico y en la cinurenina que podrían señalar el riesgo y, potencialmente, permitir a los médicos iniciar el tratamiento antes de que se desarrollen los síntomas del periparto. Pero este es un camino que le falta recorrido para llegar a un veredicto final.
Tratamientos en la actualidad
La duración del tratamiento y de la recuperación varían según la gravedad de la depresión y tus necesidades individuales. Si tienes una tiroides hipoactiva o una enfermedad subyacente, el proveedor de atención médica puede tratar estas afecciones o remitir al especialista adecuado. También es posible que te remita a un profesional de la salud mental.
Después del parto, con frecuencia incluye medicamentos, terapia o ambos. La lactancia influirá en qué medicamentos le recomiende el proveedor. Los grupos de apoyo pueden ser útiles, pero no deben reemplazar a los medicamentos o la psicoterapia si usted tiene depresión posparto. Tener un apoyo social bueno de la familia, los amigos y los compañeros de trabajo puede ayudar a reducir la gravedad de la depresión posparto.
Además, también existe la terapia individual; los consejeros a menudo utilizan enfoques como la terapia cognitiva conductual, la terapia dialéctica conductual y la terapia interpersonal. Estos tipos de terapia psicológica, que se basa en hablar mediante la ayuda de un psicoterapeuta, se realizan en sesiones que ayuden al paciente a tomar más conciencia de sus pensamientos negativos, de modo que logres ser más resolutivo en situaciones exigentes. Por lo que son fundamentales para tratar la depresión posparto, porque brindan a las mujeres habilidades para ayudarlas a controlar sus emociones, evitar o reformular pensamientos negativos y mejorar la comunicación con su pareja.
