Unidad de Bienestar Animal de Canelones: “Con La LUC, perdimos la potestad de recibir denuncias sobre maltrato animal

En un reciente diálogo con Eugenia Perdomo, referente de la Unidad de Bienestar Animal de la Intendencia de Canelones, dio una detallada panorámica del compromiso del departamento con la protección y el bienestar de los animales. Perdomo, con un equipo compuesto por dos veterinarios, un auxiliar veterinario, dos administrativas y ella misma, lidera esta unidad.

La Unidad de Bienestar Animal de la Intendencia de Canelones opera en todo el departamento, colaborando estrechamente con más de 40 refugios que albergan a más de 5000 animales de compañía. El equipo realiza una notable labor de castración gratuita, un servicio esencial para el control de la población animal. Las castraciones se llevan a cabo los lunes, miércoles y viernes en la ciudad de Canelones, a pesar de la falta de un convenio formal con el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA).

Colaboraciones Clave y Proyectos Innovadores

El trabajo de la unidad no se limita a la castración. La colaboración con ONGs como Patitas Canarias, Trato Ético Animal y Animales Sin Hogar ha sido crucial, especialmente en el contexto del cierre de los zoológicos de Canelones y Atlántida en 2022, un movimiento que dejó al departamento libre de encierro de animales. Este esfuerzo refleja un compromiso profundo con la ética y el bienestar animal.

Además, la unidad se involucra en casos especiales como el manejo de la gripe aviar en lobos marinos, trabajando de la mano con la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara), y en el decomiso de aves y animales exóticos en colaboración con la aduana. Los veterinarios de la unidad están especialmente capacitados para tratar a estos animales exóticos, lo que subraya la amplitud de su especialización.

Respuestas a Emergencias y Maltrato Animal

Perdomo destacó la capacidad de la unidad para responder a emergencias como las inundaciones. En eventos recientes, como la gran inundación en Santa Lucía, la unidad se encargó de retirar y cuidar a los animales de las familias evacuadas, asegurando su sanidad y alimentación en condiciones adversas.

En cuanto a la aplicación de sanciones por maltrato animal, Perdomo explicó que, aunque la ley de urgente consideración ha transferido la potestad de recibir denuncias al INBA, la unidad sigue desempeñando un rol crucial. Las denuncias del departamento de Canelones son derivadas al INBA, que refuerza las sanciones y prohibiciones impuestas por la unidad. A pesar de los desafíos legislativos, la unidad continúa comprometida con el bienestar animal, procurando siempre mejorar la calidad de vida de los animales en su entorno actual antes de considerar su traslado a refugios.

Innovaciones y Futuro

La unidad también ha liderado iniciativas innovadoras, como la prohibición de la sangría de yeguas, un proyecto pionero en Canelones. Aunque esta práctica no se lleva a cabo en el departamento, la prohibición propuesta marca un importante avance en la protección de los derechos de los animales.

La práctica conocida como «sangría de yeguas», que implica la extracción forzada de sangre de yeguas preñadas para obtener una hormona valiosa en el mercado internacional, ha generado un intenso debate en Uruguay. Mientras que esta práctica es legal en Uruguay, Argentina e Islandia, está prohibida en la mayoría de los países, especialmente en Europa. La controversia sobre su ética y su impacto en el bienestar animal ha llevado a un creciente clamor público y a recientes acciones legislativas que podrían marcar un cambio significativo.

La sangría de yeguas, utilizada para obtener la hormona gonadotrofina coriónica equina, es una práctica criticada por muchos grupos de defensa de los derechos de los animales. La extracción de sangre se realiza en grandes cantidades y frecuentemente conduce a complicaciones graves, incluido el aborto de las yeguas preñadas. A pesar de los protocolos establecidos por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) para regular esta actividad, las críticas sobre su crueldad persisten.

Las autoridades uruguayas, por su parte, defienden la regulación existente, que se basa en la Resolución del MGAP DGSG/No 215/017 y el «Manual de Buenas Prácticas de Bienestar Animal para Equinos Destinados a la Producción de Hemoderivados». Estas normativas establecen requisitos para la habilitación de los establecimientos y detallan prácticas de cuidado para minimizar el sufrimiento de los animales. Sin embargo, el ministro Fernando Mattos ha indicado que, aunque se está trabajando en la mejora del protocolo, no se contempla la prohibición de la actividad en el corto plazo.

La prohibición local en Canelones destaca un contraste con la situación a nivel nacional, donde la sangría de yeguas sigue siendo legal. Existe un proyecto de ley presentado por el diputado César Vega que busca prohibir esta práctica a nivel nacional, pero ha enfrentado obstáculos en la Comisión de Bienestar Animal debido a la falta de votos.

El debate no solo involucra aspectos éticos y de bienestar animal, sino también consideraciones económicas y laborales. La industria de hemoderivados es una fuente de empleo en algunas regiones, y cualquier cambio legislativo deberá considerar medidas para apoyar la reconversión laboral y asegurar una transición ordenada para las empresas involucradas.

Aunque la regulación actual sigue permitiendo la sangría de yeguas a nivel nacional, el ejemplo de Canelones ofrece una esperanza para un cambio más amplio. La sociedad uruguaya enfrenta un dilema ético que debería guiar la discusión sobre el bienestar animal: ¿debe prevalecer el respeto por la vida de todos los seres sintientes prevalecer sobre los intereses económicos?

El camino hacia una mayor protección de los animales en Uruguay implica no solo ajustes legislativos, sino también un cambio en la percepción pública y un compromiso genuino con los principios de bienestar animal. La decisión de Canelones es un primer paso importante hacia la construcción de un marco más humanitario y respetuoso con todas las formas de vida.

En conclusión, la labor de la Unidad de Bienestar Animal de la Intendencia de Canelones, bajo la dirección de Eugenia Perdomo, es un testimonio del compromiso y la pasión por el bienestar animal. A través de una combinación de servicios gratuitos, colaboraciones estratégicas y respuestas eficaces a emergencias, la unidad no solo aborda los desafíos actuales, sino que también traza el camino hacia un futuro más ético y compasivo para los animales en el departamento.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Últimos artículos de Mascoteros