El linfoma es un cáncer del sistema linfático, que comienza cuando las células sanas del sistema linfático cambian y se reproducen sin control. Cabe resaltar que el sistema linfático forma parte del sistema inmunitario del cuerpo que combate los gérmenes y las enfermedades.
En general, el riesgo promedio de un hombre de desarrollar linfoma durante la vida es de alrededor de 1 en 42; para una mujer el riesgo es de alrededor de 1 en 52. El diagnóstico oportuno es fundamental para la curación de las y los pacientes, ya que 98% de los linfomas que se detectan en etapa inicial son curables. En la etapa dos, 80%; en la etapa tres, entre 70 y 75%; y en la cuatro, inferior a 50%.
Esta enfermedad se trata de una dolencia que continúa en aumento, principalmente en países del hemisferio occidental y, puntualmente, en Uruguay. Por ello, los tratamientos del linfoma continúan avanzando y en la actualidad fue aprobado un tratamiento innovador de la tercera línea de tratamiento, con resultados muy esperanzadores.
Diario La R entrevistó a la Dra. Carolina Mahuad, reconocida hematóloga argentina con especialización en enfermedades como leucemia, mieloma múltiple, linfomas y neoplasias hematológicas.
La especialista con más de 25 años de experiencia menciona que, independientemente de la extensión de la enfermedad, las estrategias terapéuticas de primera línea, no pueden curar a un porcentaje importante de pacientes.
“El linfoma B de células grandes, es el más agresivo. Si la enfermedad está localizada dentro de los parámetros que nosotros utilizamos y no hay mal pronóstico, casi la totalidad de pacientes estará viva a 10 años, pero cuando la enfermedad es avanzada, la posibilidad de lograr una respuesta completa con la primera línea es menor, y en ese punto la mitad de los pacientes pueden presentar una recaída”, asegura la doctora que actualmente trabaja en el departamento de hematología en el Hospital Alemán de Buenos Aires. Menciona que algunos pacientes van a resistirse a la primera terapia desde el inicio, esos son los llamados refractarios primarios y esos pacientes que recaen son muy difíciles de curar a consecuencias de no tener acceso o otros métodos que se utilizan en otras partes del mundo, como lo es la “terapia de células CAR-T”.
Además, la hematóloga, que también es investigadora clínica, agrega que hay pacientes de segunda línea a quienes se les puede ofrecer un sistema de rescate, basado en un tipo de droga que se llama platino. Se aplica a pacientes jóvenes que responden a la quimioterapia. “A ese paciente se le ofrece lo que se llama una consolidación con autotrasplante de médula ósea”. Pero en pacientes mayores que no pueden estar expuestos a un trasplante, la expectativa de supervivencia es menor del 20% a dos años.
“Tercera línea de tratamiento”
Ante este contexto, la doctora Carolina Mahuad resaltó la reciente aprobación de un tratamiento innovador con anticuerpos biespecíficos, que se llama Epcoritamab, aplicado en la tercera línea de tratamiento. Cabe resaltar que la aprobación del anticuerpo se hizo a finales de septiembre en Montevideo. “El tratamiento es como un ‘tenedor’ con dos ramas que van a unir; por un lado la célula tumoral a un receptor y por el otro a la célula del sistema inmune que es el linfocito T y eso acerca al sistema inmunológico a la célula tumoral. Es una forma innovadora de tratar estas patologías y lo que se logra son respuestas muy importantes”, explicó.
Afirma que con este tratamiento se están logrando el 60 o 70% de respuestas completas y de 40 a 50% de respuestas sostenidas en el tiempo, y esos pacientes logran una supervivencia muy larga. “Realmente es una estrategia innovadora, con una toxicidad manejable que no sigue el paradigma de aplicar quimioterapia reiteradas veces, porque el método utiliza el propio sistema inmune del paciente para atacar el tumor que se está resistiendo a la quimioterapia”, explicó.
La médica que es miembro de la Asociación Europea de Hematología informa que este método tiene muchos años de investigación antes de aprobarse, pero en la actualidad hay muchos otros ensayos en curso que buscan tratar estas enfermedades y tienen resultados superadores a los tratamientos que se usan en la actualidad, llamados monoterapia.
Importancia del diagnóstico precoz
“La gente tiene que saber que no hay forma de prevenir el linfoma y tampoco hay síntomas que sean muy específicos. Pero es importante transmitirle a los pacientes que deben ir a las evaluaciones médicas si no se sienten bien”, dijo la doctora. “Dentro del mundo del linfoma existen unos que son muy agresivos al punto de duplicar su volumen en 24 horas. Por ello, el diagnóstico precoz tiene que ver con una consulta médica adecuada cuando aparecen síntomas, y es importante contar con una estructura hospitalaria que pueda ser capaz de hacer diagnóstico de los linfomas, esos detalles pueden salvar vidas”, enfatizó. Resalta que este tratamiento está comenzando a ser aprobado en la región, lo que es un avance para el sistema de salud de Latinoamérica y para la calidad de vida de los pacientes. Además, informó que pronto van a ser aprobados otros anticuerpos biespecíficos para otro tipo de linfoma. “Es el inicio de una serie de nuevos medicamentos, que ya han transitado muchos años de investigación y demostraron que son muy buenos. Nosotros en Argentina tenemos experiencia con los ensayos clínicos iniciales y hemos participado en protocolos internacionales”.
Mahuad, quien tiene un doctorado en Ciencias Biomédicas en la Universidad Nacional de Rosario en Argentina y en la Universidad de Marburgo de Alemania, mencionó que actualmente el tratamiento es costoso y eso hace imposible que cada persona pueda costear el tratamiento de manera individual. “En el caso de Argentina, el Programa Médico Obligatorio, algunas coberturas cubren el tratamiento y otras no. También los pacientes pueden acceder a través de un recurso de amparo. En Uruguay ya está aprobado para la comercialización y la incorporación de este fármaco en el Sistema Nacional Integrado de Salud, va a depender de las decisiones que tome el Estado”, cerró.