En ese entonces, el objetivo principal era sensibilizar a la población global acerca de los problemas de salud mental y contribuir a erradicar los mitos y estigmas que rodean este tema. Sin embargo, casi tres décadas después, según la psicóloga y especialista en el tema Laura Reina, entrevistada por Multimedio La R, la situación no ha cambiado de manera significativa, sobre todo en los países de Latinoamérica.
“La realidad es que desde esa fecha hasta ahora no ha cambiado mucho la situación, especialmente en nuestra región”, comentó Reina, aludiendo a que los desafíos relacionados con la salud mental persisten y, en muchos casos, siguen siendo invisibilizados o minimizados en la agenda pública. “Este día se convierte en una jornada de reivindicación, una oportunidad para recordar la importancia de la salud mental, que es uno de los problemas principales de salud pública que enfrentamos en Uruguay”, sostuvo la especialista.
Movilización por la salud mental
En Uruguay, uno de los eventos más destacados en el marco de este día es la marcha por la salud mental, organizada por el movimiento desmanicomializante y numerosos colectivos que llevan años luchando por un cambio profundo en el abordaje de esta problemática. “La marcha es convocada por aquellos que entienden que es necesario transformar la manera en que abordamos la salud mental. El movimiento desmanicomializante ha estado trabajando en esto durante muchos años, y su importancia radica en visibilizar la situación actual y en mostrar que los avances que hemos visto son resultado de la lucha constante de gente organizada”, explicó Reina a La R.
En su análisis, Reina destacó que las organizaciones involucradas en este movimiento buscan reformar no solo el acceso a la atención de salud mental, sino también la forma en que se concibe y se trata a quienes experimentan algún tipo de padecimiento psíquico. “Uno de los puntos centrales que se reivindica es la necesidad de cambiar la nomenclatura, la manera en que se nombra a las personas con padecimientos psíquicos. Queremos dejar de usar términos como ‘enfermo mental’, porque creemos que los límites entre la salud y la enfermedad no son tan claros”, sostuvo.
Más allá de etiquetas: una lucha por los derechos
Para Reina, quien también es asesora parlamentaria sobre el tema salud mental, la noción de salud y enfermedad debe ser vista como un proceso que puede variar a lo largo de la vida, en diferentes momentos, y al cual todos y todas están expuestos. “Es fundamental reconocer que todos, en algún momento, podemos pasar por períodos de mayor o menor salud mental. Pero lo importante es que, independientemente de ese estado, seguimos siendo sujetos de derechos, y merecemos ser tratados como tales”, afirmó. Este enfoque plantea la necesidad de abordar la salud mental desde una perspectiva que no etiquete ni estigmatice a las personas, algo que Reina considera esencial para garantizar un tratamiento inclusivo y equitativo.
Uno de los mayores problemas que enfrenta el sistema de salud mental, según la psicóloga, es la discriminación implícita que conlleva el uso de etiquetas. “Muchas veces, las personas se niegan a buscar ayuda porque temen ser clasificadas como ‘pacientes psiquiátricos’ o ‘usuarios de servicios de salud mental’, lo que a largo plazo trae consecuencias en sus vidas. La etiqueta de ‘enfermo mental’ puede generar barreras que impiden que una persona se sienta libre de acudir a una consulta o buscar el apoyo que necesita”, explicó Reina. En este sentido, la especialista abogó por un enfoque que respete la dignidad de las personas y garantice su acceso a un tratamiento sin juicios ni prejuicios.
La salud mental como un derecho integral
Otro de los puntos que Laura Reina subrayó en conversación con La R es la responsabilidad de los estados en garantizar un acceso adecuado a la atención en salud mental. “La atención de la salud mental debe ser vista como parte integral de la salud, y los Estados deben asumir su responsabilidad en brindar acceso a una atención de calidad. Esto implica que las personas puedan recibir diferentes tipos de abordajes, de acuerdo con su situación particular y única”, afirmó la psicóloga.
La falta de un enfoque integral y accesible en salud mental sigue siendo una de las principales limitaciones del sistema de salud pública en muchos países de la región, incluido Uruguay. Según Reina, esta falta de acceso afecta particularmente a las personas más vulnerables, quienes a menudo no pueden acceder a los tratamientos adecuados o se ven atrapadas en un sistema que las estigmatiza y discrimina. “Reivindicamos el derecho a ser tratados en igualdad de condiciones, sin que una consulta médica implique una etiqueta que termine afectando a largo plazo”, agregó.
Desmanicomialización: una lucha que va más allá de lo físico
Un aspecto clave de la reivindicación por la salud mental en Uruguay es el llamado a la desmanicomialización. “El cierre de los manicomios no es solo una cuestión de cerrar los espacios físicos, sino también de cambiar el enfoque con el que se abordan los tratamientos psiquiátricos. La desmanicomialización implica entender que el malestar psíquico no es solo un problema individual, sino que está profundamente vinculado a las condiciones de vida de las personas y al contexto en el que se encuentran”, sostuvo Reina.
En este sentido, el enfoque desmanicomializante no solo busca el cierre de instituciones psiquiátricas, sino también la erradicación de prácticas y enfoques que aún persisten en el sistema de salud, a pesar de que no se lleven a cabo dentro de un manicomio. “Todavía existen muchos abordajes que siguen siendo manicomializantes, aunque no ocurran dentro de una institución cerrada. Estos abordajes siguen culpabilizando a la persona en lugar de comprender que el malestar psíquico es un fenómeno subjetivo, pero también colectivo, que responde a las condiciones concretas de vida de cada individuo”, afirmó.
Un llamado a la conciencia
En definitiva, para Laura Reina, el Día Mundial de la Salud Mental no es solo una jornada de reflexión. “Este día es un recordatorio de que la salud mental es un derecho de todos, y que debemos luchar para garantizar un acceso igualitario, sin estigmas ni discriminación”, concluyó la psicóloga.