Con un número alarmante de niños y niñas atrapados en la espiral de violencia generada por bandas armadas, la situación en Haití se ha vuelto insostenible. Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional, reveló historias desgarradoras. Que muestran cómo estos menores son obligados a trabajar para las bandas, desde realizar entregas hasta tareas domésticas, todo bajo la amenaza constante de violencia.
“Muchos han sido desplazados y viven en la desesperación. Las niñas, en particular, son víctimas de violaciones y violencia sexual”, comentó Piquer. La violencia ha dejado huellas imborrables en la infancia haitiana, con niños heridos por ataques directos y por balas perdidas, daños que afectarán sus vidas para siempre. Recientemente, un ataque en el departamento de Artibonito resultó en la muerte de 70 personas, incluidos menores.
La comunidad internacional enfrenta un llamado urgente: es necesario fortalecer los recursos para proteger los derechos de la infancia y prevenir más abusos. Así como acabar con la impunidad que rodea a los perpetradores de estos crímenes.