La Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) confirmó la realización de un paro nacional de 48 horas que se desarrollará entre hoy martes 15 y mañana miércoles 16 de octubre. La medida implica la interrupción de actividades en los liceos públicos de todo el país y responde a una serie de reclamos vinculados tanto a recortes presupuestales como a la oposición a la transformación educativa impulsada por las autoridades. En esta entrevista con Diario La R, Marcela Da Col, presidenta de Fenapes, explicó los motivos detrás de la decisión y detalló las actividades planificadas en el marco de la movilización. El paro se divide en dos días, con un enfoque diferente para cada jornada. Según explicó Da Col, el primer día estará orientado a actividades regionales organizadas por las filiales de Fenapes en cada territorio. «Cada filial estará llevando adelante acciones como pintadas, volanteadas, charlas con familias y la comunidad educativa sobre los impactos de la transformación educativa y los recortes», indicó. Además, en algunas localidades se realizarán ocupaciones de liceos tanto en Montevideo como en el interior del país.
Movilización central en Montevideo
El segundo día del paro incluirá una movilización central en Montevideo, en la que los docentes marcharán como parte de una columna educativa integrada en la convocatoria general del PIT-CNT. Da Col confirmó que se espera la llegada de al menos 12 ómnibus con delegaciones del interior y la participación de docentes en vehículos particulares desde zonas más cercanas. «Es un paro no solo por trabajo, sino también por educación», afirmó la presidenta de Fenapes.
La plataforma de reclamos del gremio se estructura en dos ejes principales. Por un lado, el rechazo a los recortes presupuestales, que, según Da Col, afectan la calidad educativa y la estabilidad laboral. La dirigente denunció que la disminución de recursos ha provocado la eliminación de asignaturas y espacios curriculares fundamentales, lo que deteriora los aprendizajes y limita las oportunidades de los estudiantes. Asimismo, advirtió que la pérdida de horas de acompañamiento en los liceos agrava la situación de los docentes, quienes ya enfrentan condiciones laborales precarizadas. El segundo eje de la protesta es la oposición a la transformación educativa promovida por las autoridades. Da Col expresó preocupación por la orientación de los cambios en curso, que, según el gremio, no han sido negociados adecuadamente con los trabajadores. La dirigente señaló que la reducción de asignaturas en talleres y materias optativas limita el desarrollo integral del estudiantado y afecta la formación de futuros docentes, quienes tendrán menos posibilidades de obtener estabilidad laboral.
Respuesta a las críticas del Codicen
Las autoridades de la educación, encabezadas por la presidenta del Codicen, Virginia Cáceres, han cuestionado la oportunidad del paro, calificándolo como una medida «desproporcionada». Cáceres señaló que la protesta se realiza en un momento clave para la implementación de la transformación educativa. Ante estas críticas, Da Col defendió la legitimidad del paro, aclarando que no se trata de una medida aislada. «El paro es la culminación de un proceso más amplio, que incluyó intentos de diálogo y reuniones bipartitas con las autoridades», explicó. Da Col denunció que, pese a las instancias de negociación impulsadas por el sindicato, la administración ha avanzado de forma unilateral en decisiones clave, como la distribución de horas y la organización de los grupos. «Nos enteramos de que se estaban realizando reuniones con inspectores y directores sin que se negociara con el sindicato. Esto es un claro ejemplo de mala fe», afirmó. Consultada sobre las declaraciones de Cáceres, quien calificó la protesta como un «paro político», Da Col respondió que todos los paros tienen una dimensión política, dado que buscan influir en decisiones que afectan a la sociedad. «Como sindicato de educación, nuestras acciones son políticas en defensa de la educación pública. Del mismo modo, las decisiones de las autoridades también responden a un proyecto político», argumentó. Da Col también rechazó la insinuación de que la movilización tenga motivaciones electorales, considerando que las elecciones nacionales se celebran en apenas 15 días. «Las medidas sindicales que tomamos responden a una agenda sistemática. Todos los años realizamos paros en octubre, porque es el momento en que se define la matriz de grupos y la distribución de horas para el año siguiente», explicó. La dirigente sindical enfatizó que la coincidencia con el calendario electoral es circunstancial, ya que los sindicatos de la educación históricamente se movilizan en esta época del año por cuestiones presupuestales y organizativas.
La vieja lucha de los profesores contra los hijos de los trabajadores.