Falleció a los 97 años la destacada cantante y activista Barbara Dane. Irrumpió en la escena musical estadounidense en los años 50.
Apenas graduada de secundaria, comenzó a alzar su voz con regularidad en las manifestaciones por la igualdad racial y la justicia social. Empezó a tocar con bandas de la ciudad de Detroit y la captaron para hacer una gira con la banda de Alvino Rey, pero la rechazó para cantar en las puertas de las fábricas y en centros sindicales.
En 1949 se mudó a San Francisco, donde participó en el movimiento de renacimiento del jazz tradicional hasta ser una figura familiar en los clubes a lo largo del Embarcadero de la ciudad. Cantaba sus propias versiones del blues clásico femenino y las melodías de jazz más populares. Grandes del jazz de esa época, como George Lewis y Kid Ory, y estrellas ocales como Turk Murphy, Burt Bales, Bob Mielke y otros la invitaban regularmente a subir al escenario. En 1966, Barbara Dane fue en la primera cantante estadounidense en realizar una gira por Cuba. Y regresó en 1967 al Primer Encuentro de la Canción Protesta, donde conoció a otros cantautores con ideas afines de América Latina y el mundo. A través de algunos de estos actores, fue invitada a realizar giras por Europa occidental y oriental, México, Nicaragua y el Lejano Oriente, incluso a Vietnam del Norte. A 30 años de aquel suceso, en 1997, se presentó de nuevo Casa de las Américas. Y lo hizo junto a su hijo Paul y su nieto Osamu. Dos años después, en 1999, participó en un multitudinario concierto junto a Silvio Rodríguez, Carlos Varela, Sara González, Luis Eduardo Aute y Ángel e Isabel Parra.