La tecnología surgida de la transformación digital ha traído consigo cambios en la asistencia sanitaria. En los últimos años, la telefarmacia se ha comenzado a convertir en una realidad. La telefarmacia se define como “la práctica farmacéutica a distancia a través del uso de las tecnologías de la información y comunicación (TICs)” lo que permite al especialista farmacéutico atender a los pacientes fuera de los establecimientos o centros hospitalarios.
En la actualidad es uno de los aspectos más importantes de la telemedicina, ya que ofrece a los pacientes un acceso más inmediato a la atención farmacéutica, lo que supone una reducción de costes tanto para los pacientes como para los sistemas sanitarios, y deriva en una mayor satisfacción, experiencia y comodidad de los pacientes, mejorando así los resultados clínicos.
Después de la pandemia por COVID-19, la telefarmacia ha adquirido una gran importancia en el ámbito de la atención farmacéutica, ya que durante la crisis provocó una enorme presión sobre los sistemas sanitarios de todo el mundo y luego de su éxito, pasó a ser rutinario y una herramienta más que dejó los avances tecnológicos.
Se pueden encontrar multitud de experiencias publicadas sobre modelos de telefarmacia en diferentes países del mundo. Existen algunos modelos innovadores de servicios de telefarmacia orientados a optimizar y mejorar el acceso a la atención farmacéutica, lo que se traduce en una mejora de la seguridad y los resultados de los pacientes.
Entre las ventajas de la telefarmacia se incluye el aumento del valor para las farmacias y los farmacéuticos, además de la adaptación a las necesidades de los pacientes, la mejora de la atención interprofesional, el aumento de la eficiencia de los sistemas sanitarios y la mayor prestación de servicios centrados en el paciente, entre otras.
Sin embargo, a pesar de presentar múltiples ventajas, siguen existiendo importantes barreras para la implantación de la Telefarmacia, como la confidencialidad del paciente y la privacidad de la información clínica, los servicios de redes digitales en la localidad, capacitación académica para el profesional, entre otros.
En la actualidad, la Federación Farmacéutica Internacional (FIP, por sus siglas en inglés), destacó que la telemedicina y la telefarmacia se han convertido en la modalidad favorita de los pacientes del primer mundo, por eso la necesidad de potenciar estas herramientas en el área de la salud.
En Uruguay, es un concepto que ha ido perdiendo fuerza con el pasar de los años. Un antecedente registrado fue en el 2020, la Asociación Médica de San José (AMSJ) en Ciudad del Plata, durante la pandemia, habilitaron el servicio y anunciaron que procesaron más de 15.000 recetas en sus primeros tres días, con entrega de medicamento a domicilio sin costo para usuario o retiro coordinado, en el contexto de la pandemia.
