La enfermedad renal, también conocida como nefropatía, es una afección no transmisible que se produce cuando los riñones no pueden filtrar adecuadamente la sangre y eliminar los desechos. Esta puede ser aguda o crónica, y sus síntomas y tratamiento varían según el tipo de enfermedad.
En el caso de la enfermedad renal crónica (ERC), en la actualidad es un problema de salud pública mundial que afecta a más de 850 millones de personas, lo que equivale a más de 1 de cada 10 adultos. Se estima que la ERC será la quinta causa principal de muerte en el mundo para el año 2040.
Se dice que una persona tiene insuficiencia renal si la función renal disminuye a menos de un 15 por ciento de lo normal. Es posible sentir síntomas por la acumulación de toxinas y el exceso de agua en el organismo. Para reemplazar la función renal perdida, el paciente puede someterse a una de tres opciones de tratamiento: hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante de riñón.
Los signos y síntomas de la enfermedad renal crónica se desarrollan con el paso del tiempo y el daño renal suele avanzar lentamente, son: cambios en la producción de orina; náuseas, vómitos, pérdida de apetito; fatiga y debilidad, problemas de sueño; espasmos musculares; calambres musculares, sobre todo en las piernas; síndrome de piernas inquietas; problemas para pensar, confusión y convulsiones.
En el caso de la aguda, los síntomas pueden incluir cambios en la micción, como poca o ninguna orina, o micción excesiva durante la noche; hinchazón en las piernas, tobillos o pies; dolor de costado; náuseas o vómitos; hemorragia nasal; convulsiones y dificultad para respirar.
Pero además de esas dos vertientes, aparece la enfermedad renal poliquística, que es un trastorno genético que provoca el crecimiento de muchos quistes dentro de los riñones. En el último año, los avances en el tratamiento para abordar estas afecciones han mejorado. Las innovadoras técnicas de modelos de enfermedades y edición de genes empiezan a dar respuestas positivas a los pacientes que lo demandaban desde hace tiempo.
Los científicos están diseñando una terapia génica para tratar esta enfermedad, también han descubierto un tipo de fármaco, conocido como glucósido, que puede eludir los efectos del gen defectuoso de la enfermedad renal poliquística. Los descubrimientos podrían sentar las bases de nuevos enfoques terapéuticos para tratar la enfermedad, que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Utilizan la edición genética y modelos celulares humanos tridimensionales conocidos como organoides para estudiar el gen de esta mortal enfermedad. Los investigadores están entusiasmados con la perspectiva de llevar a cabo más pruebas con el medicamento y explorar compuestos relacionados como posibles fármacos para la poliquistosis renal. Este descubrimiento prometedor podría marcar un hito en el tratamiento de una enfermedad que ha sido históricamente difícil de abordar.
