Las torta fritas arribaron en la época en la que recibimos oleadas migratorias de Europa cuando llegaban a nuestro país suizos, italianos, alemanes y españoles, que huyendo de la situación que atravesaban en sus países decidieron radicarse en el paisito buscando una vida mejor y eso nos dejó una huella cultural y gastronómica que perdura hasta la actualidad.
Son uno de los aperitivos más conocidos para los días grises, fríos y lluviosos en los que podés encontrar puestos de torta fritas por las calles de las ciudades y pueblos del país.
Una de las tantas leyendas por las que asociamos lluvia y frío a torta fritas es que las mujeres de las casas de las colonias migrantes recogían el agua de la lluvia y con ella las preparaban.
La simple combinación de harina, sal y agua que se fríen en grasa vacuna hacen que la torta frita sea una bomba calórica que combina a la perfección con un mate y hacen las delicias de todos para entrar en calor en la época invernal.
Aunque no podemos saber exactamente cómo llegaron se cree que es una herencia alemana y que allí se llaman Kreppel. Al llegar al Río de la Plata era una forma de conectar entre sí formando una comunidad y se convirtió en uno de los elementos clave de la cultura uruguaya.
No solo se presentan con azúcar esparcida sino que hoy se pueden encontrar tortas fritas rellenas de dulce de leche, chocolate, dulce de membrillo y hasta de queso. Al igual que se preparan de varias formas dando una textura y sabor diferente a cada tipo de preparación.
Desde el año 2002 se celebra en Canelones la fiesta de la torta frita, un evento tradicional que reúne a los amantes de este aperitivo con actividades musicales, recreativas y espectáculos para toda la familia. Un evento ideal para asistir con tus seres queridos a disfrutar de un día repleto de actividades.
No solo en el Río de la Plata podemos encontrar tortas fritas, también existen en la mayoría de los países de Sudamérica y en varios países europeos. Aunque cada lugar tiene su particularidad a la hora de prepararlo o consumirlo pero no cabe duda que la torta frita es una de las cosas más uruguayas que existen.
Son moderadamente saladas, ya que a la masa se le agrega solamente una pizca de sal en algunos casos. Otras recetas añaden dulce de membrillo dentro de la masa antes de freírlas. Se pueden untar con dulce de leche una vez terminadas.
En el imaginario colectivo, se refuerza la idea de consumirlas como un alimento de ocasión, con la propuesta de que los días de lluvia son ideales para comerlas para acompañar el mate.
También se cree que el origen de esta costumbre se debe a que antiguamente los gauchos de campaña juntaban el agua de la lluvia para hacer la preparación de la masa, por lo que más adelante quedó la costumbre de hacerlas cuando llueve. Además, se pueden comprar en puestos, en ferias o en calles. Tradicionalmente las tortas fritas son unas de las facturas o «bizcochos» más utilizados para acompañar al mate.
En España existen unas tortas de consistencia y sabor idénticos, que se denominan de distintas maneras dependiendo de la región, e incluso de la localidad. Concretamente, en la Alcarria, una comarca castellana, sita entre las provincias de Cuenca y Guadalajara, se las denomina «parpantas» o «papartas». Se elaboran de forma muy similar, y su sabor recuerda al de los buñuelos.
Posteriormente, al llegar inmigrantes de procedencia germánica (alemanes del Volga y alemanes) hacia la Argentina y Uruguay a partir de 1878 llevaron consigo unas tortas fritas con ciertas similitudes, notadas por los germánicos como Kreppel en alemán. Sin embargo, ellos se encontraron con que ya era común la preparación de otro tipo de tortas en Sudamérica desde tiempos coloniales. En Italia se elabora el gnocco frito, llamado torta frita en algunas zonas, que es muy similar a las tortas fritas que se elaboran en Argentina. La Kreppelfest de la comunidad germánica es celebrada en varias localidades de Argentina, e incluso se la organiza a nivel provincial. Su nombre fue traducido como la «Fiesta de la torta frita».