En el año 2019, las ventas de comercio electrónico de China superaron el total combinado de Europa y Estados Unidos, hoy día, este país tiene la mayor población de compradores digitales del mundo con más de 710 millones de personas. Según declaraciones del Instituto Centro Mundial de Investigaciones para el Desarrollo del Consejo de Estado, hasta el pasado octubre las ventas minoristas en línea de productos físicos del 2024 fueron de 10.333,0 mil millones de yuanes, un aumento del 8.3%. China será el primer país del mundo con más ventas “online” que “offline”.
En una nación donde la digitalización crece de manera vertiginosa, y comprende todos los ámbitos de la vida social, no es sorpresa que la mayoría de las empresas migren al mundo virtual. Tener presencia en las plataformas de comercio electrónico chinas, se vuelve un imperativo para las marcas que quieren triunfar en el mercado oriental. Como resultado, invierten mucho dinero en la colocación de sus productos en aplicaciones digitales que incluyen envíos, capital que después es recuperado por la avalancha de compras.
El cliente chino es muy cauteloso a la hora de comprar a las empresas de las que nunca ha oído hablar, por lo tanto, los comerciantes apuestan por plataformas de comercio electrónico popularizadas. Los tres exponentes tecnológicos chinos son Baidu, Alibaba y Tencent, los cuales consolidan sus propios entornos con diversas aplicaciones de e-commerce, contenidos, mensajería, redes sociales, movilidad, logística, viajes, inteligencia artificial…
El grupo Alibaba es el principal líder del mercado electrónico en China. Sus aplicaciones soporte TMall y Taobao dominan el mercado “Business to Business” (B2B) y “Consumer to Consumer” (C2C).
Con más de 1,3 millones de usuarios activos mensualmente, Wechat o Wiexin, es la aplicación más popular en China, propiedad de Tencent. Al principio su objetivo era solamente la mensajería, sin embargo, es hoy un medio de pago, red social, monedero… WeChat se vuelve imprescindible para todos los ciudadanos y empresas, ya que se ha convertido en un elemento clave de la industria del comercio electrónico en China. Es futurista la comodidad que ofrece tener al alcance de solo un clic, conversar con tus seres queridos, trabajar, comprar, consultar tu saldo, revisar noticias, saber de las personas que consideras “famosas”… y otro paquete de herramientas que van desde la traducción, hasta elegir quien puede chatearte, transitando por las facilidades de los códigos QR.
Y luego, finalmente llega Alipay, fundada en 2004 por Alibaba Group, y desde el 2013 es la plataforma de pago móvil más grande del mundo, superando a PayPal. Desde esta aplicación, los residentes en China, además de pagar cualquier tipo de servicio, incluso el más simple, pueden reservar transporte a conveniencia, reservar en hoteles, contratar telefonía móvil, cambiar dinero, agendar viajes, transferir dinero, y otros servicios públicos como salud, alimentación; muy estratégicamente, la propia app hace una diferenciación entre usuarios chinos, quienes desean viajar a China, y los que están de paso por China.
En los primeros años de la década del 2010, el gobierno chino comenzó a censurar y regular la información que circulaba dentro del país, con el objetivo de que no se propaguen de ideas que puedan considerarse subversivas o desestabilizadoras. Estas restricciones forman parte de la política nacional conocida como el «Gran Cortafuegos» (Great Firewall), y elimina en territorio chino los servicios de Google, y las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram. Muchas personas continúan accediendo a estas aplicaciones, mediante la instalación de VPN, pero la mayoría son extranjeros que están de paso. La razón principal es que, junto al Gran Cortafuegos, se han generado desde una interfaz propia sus redes sociales únicas; el éxito ha sido justamente ese, no tienen las aplicaciones occidentales, pero tampoco las necesitan.
Según el Ministerio de Comercio de China: de enero a julio del presente año, el comercio minorista en línea promovió un crecimiento constante del consumo; las empresas de plataformas aceleraron la innovación tecnológica y de modelos de negocios; el comercio electrónico promovió la transformación y actualización digital industrial. En este país gigante, de gigantes empresas, ya son una cotidianidad los servicios en línea, proporcionando una forma cómoda y eficaz de llegar a más clientes.