Nicolás Guillenea: “El desafío del Frente Amplio es restaurar la confianza en la política»

El Director de Convivencia Ciudadana de la Intendencia de Canelones dijo que también se trabaja por la convivencia en el departamento.

En esta entrevista, tuvimos la oportunidad de hablar con Nicolás Guillenea Mármol, Director de Convivencia Ciudadana de la Intendencia de Canelones. Guillenea, quien ha sido parte clave en el desarrollo de políticas de seguridad y convivencia en el departamento, nos brindó un panorama sobre la situación política del país tras las recientes elecciones, la implementación de la nueva temporada estival en Canelones y sus perspectivas para el futuro, tanto a nivel local como nacional. Además, nos ofreció su visión sobre algunos de los actores políticos más relevantes en el actual escenario y sus posturas sobre cuestiones claves de la actualidad.

Para Guillenea, el desafío del próximo período será, sin duda, uno de los más grandes para el Frente Amplio. No solo deberán gestionar un país más desigual y con mayores problemas de convivencia, sino también restaurar la confianza de la ciudadanía en la política. Sin embargo, mantiene la convicción de que la política puede ser una herramienta de cambio. Desde Canelones, su trabajo en seguridad y convivencia continuará fortaleciéndose, con la mira puesta en la nueva temporada estival y en un 2024 lleno de desafíos. Como siempre, la clave estará en mantener el diálogo, la cooperación y la búsqueda de soluciones comunes.

– Comenzando con un tema de actualidad, ¿cómo evaluás el resultado de las recientes elecciones y qué perspectivas tenés para el futuro?

– En términos generales, el Frente Amplio se ha posicionado como el gran ganador de estas elecciones, especialmente al lograr la mayoría en el Senado y un 44% de apoyo popular. Esto indica que la ciudadanía, aunque descontenta con algunas políticas del gobierno anterior, reconoce en el Frente Amplio una fórmula consolidada y con gestión probada. Sin embargo, no podemos ignorar que el país enfrenta grandes desafíos. Hoy vivimos en un Uruguay más desigual, con mayores problemas de inseguridad y una creciente desconfianza en el sistema político. A pesar de todo, tenemos la convicción de que el Frente Amplio es capaz de encauzar el rumbo del país, aunque el panorama será mucho más complejo que en 2019.

Los ciudadanos están cada vez más desconectados de la política, lo cual es un desafío enorme. La tarea del nuevo gobierno será restaurar esa confianza en las instituciones y demostrar que la política sigue siendo la única herramienta real de cambio. Este será, sin dudas, un reto de gran magnitud.

– El lanzamiento de la temporada estival en Canelones es siempre un acontecimiento clave. ¿Qué detalles nos podés contar sobre la estrategia de seguridad y convivencia para este verano?

– La temporada estival es fundamental para Canelones, no solo por la movilidad de la gente y el turismo, sino también por el impacto económico que genera. Por eso, desde la Intendencia trabajamos intensamente para asegurar un ambiente seguro para todos, tanto para los turistas como para los residentes. Este año, hemos reforzado las estrategias de seguridad, especialmente en las zonas costeras y en los balnearios, y continuamos coordinando con la Policía Nacional, la Prefectura, y otras dependencias como la Dirección de Tránsito y Transporte de la Intendencia.

Nuestro trabajo se enfoca en dar una sensación de seguridad integral, desde la prevención de delitos hasta el cumplimiento de las ordenanzas locales. Además, hemos identificado las principales preocupaciones de los operadores turísticos y la comunidad, y hemos ajustado nuestras acciones para abordarlas de manera efectiva. A lo largo del verano, implementaremos operativos más frecuentes y con mayor presencia, especialmente en áreas clave de la costa y en la orilla del Río Santa Lucía. La seguridad y la convivencia son un derecho humano, y como siempre, nos abocamos a garantizar que todos disfruten de Canelones en paz y con tranquilidad.

 – ¿Cómo ves el trabajo de la Intendencia hasta el final de este periodo? ¿Qué objetivos te planteas?

La continuidad de nuestro trabajo es clave. Hemos demostrado que la seguridad y convivencia no son sólo responsabilidad de la policía, sino que requieren una labor conjunta con la comunidad. En este sentido, logramos generar una confianza renovada entre la ciudadanía y la policía, y seguimos apostando a la colaboración estrecha con los municipios, que son el eslabón más cercano a la gente. Además, la implementación de las cámaras de videovigilancia, que hoy superan en número a las que tiene el Ministerio del Interior en el departamento, y la creación de los Foros Canarios de Seguridad, han sido hitos fundamentales. Seguiremos fortaleciendo estos mecanismos, que han demostrado ser eficaces en la prevención y en la resolución de problemas de convivencia. La seguridad no es solo un tema de represión, sino de prevención, y ahí seguimos trabajando de manera comprometida. Este enfoque integral de seguridad es algo que debe replicarse en todas las Intendencias, porque ha quedado claro que para los gobiernos departamentales es fundamental contar con direcciones que trabajen de la mano con las jefaturas policiales.

– ¿Qué opinás de los actores políticos como el senador electo Gustavo Zubía, que han adoptado posturas más reactivas y polarizantes?

– La verdad es que es muy preocupante. Cuando los actores políticos se dejan llevar por discursos de odio y generan brechas en lugar de buscar consensos, no sólo están dañando al sistema político, sino a la democracia misma. No podemos permitir que se fomente la violencia verbal, ni mucho menos la física, como ocurrió durante la campaña electoral. En particular, me preocupa que figuras de peso, como Zubía, Da Silva o Bianchi, insistan en este tipo de discursos divisivos, que solo generan más odio y polarización. Este tipo de actitudes nunca puede ser bueno para la política, y mucho menos para el bienestar común. La política debe ser un espacio de diálogo, donde se busquen soluciones para la gente, no un campo de batalla. Tenemos que aprender de las experiencias pasadas y evitar caer en la trampa de la confrontación. La violencia nunca debe tener cabida, y más aún cuando los líderes políticos no son conscientes de la influencia que tienen sobre sus seguidores. Esta política de división solo nos aleja de lo que realmente importa: la convivencia y el bienestar de todos.

– Finalmente, ¿qué opinás de la reciente visita de Manini Ríos a la chacra de Mujica para pedir por los presos de Domingo Arena?

– Personalmente, no estoy de acuerdo con esa postura de Manini, pero entiendo la jugada estratégica. Manini sabe que Cabildo Abierto puede ser clave para alcanzar las mayorías necesarias en la Cámara de Diputados, y la visita a Pepe Mujica es un movimiento claro en ese sentido. Es una típica maniobra de la política, en donde se busca un beneficio mutuo a través de una negociación. Manini es un hombre inteligente, y esa fue una jugada bien pensada en el momento adecuado.

Dicho esto, no creo que esta visita tenga un impacto real en lo que viene. Fue una estrategia política puntual, pero no pasará a ser una cuestión central. Lo que sí veo como un desafío real es la negociación que vendrá para poder cumplir con el programa del Frente Amplio. No tenemos las mayorías que quisiéramos, y habrá que negociar y, como dijo Pepe, «tragarse algunos sapos». Es parte del proceso político, y es fundamental que todos los dirigentes entendamos eso.

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