Un nuevo cambio de gobierno pone a las autoridades en situación de equilibrio entre llevar adelante el proceso de transición y continuar con sus obligaciones hasta el último día, sin embargo, es un excelente momento para realizar un balance y sobre todo, ser autocríticos. Uno de los entes en los que la sociedad pone su foco de atención, es la educación y en conversación con la subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Ana Ribeiro analiza que “cada gobierno hace lo que puede y siempre sabiendo que no alcanza”.
Destacó que el mandato mayor de esta administración y en todos sus sectores fue “incorporar mucho al interior a todo lo que se hacía” para llevar adelante ese objetivo se “escuchó y dio presencia”. “Lo teníamos como una especie de Lema a seguir y ojalá lo hayamos hecho bien” concluyó.
Cuando analizamos los desafíos que enfrenta la Educación y la Cultura, aclaró como punto de inicio que “son dos rubros en los que siempre van a haber desafíos”. En el sector educativo, cada avance o reforma “queda vieja en el momento que se inauguró por la velocidad de los cambios” y en términos de cultura, expresó que “es desafiante por sí misma por una cuestión básica” que aunque “no tuviera institucionalidad dedicada, la cultura existiría igual porque abarca todas las formas de expresión del ser humano”. Entonces concluye que “siempre va a haber un mundo que se mueve y un Estado que hace el intento de acompañar”.
Dentro de este movimiento nos enfrentamos a un constante y veloz cambio tecnológico, que impacta, aunque de diferentes maneras, a todos los sectores. La subsecretaria expresa que “la tecnología ofrece desafíos que muchas veces son oportunidades”, en esa línea habló sobre la inteligencia artificial, que “es un desafío educativo y ético que moviliza toda la sociedad, para saber cuándo está bien o está mal, cuando es útil y cuándo no, cuál es el límite” sin embargo analiza que “a su vez no podés ignorar las posibilidades que te brinda”. Ribeiro recordó que “todos estamos utilizando inteligencia artificial y muchas veces sin saberlo” pero entiende que “el desafío para las sociedades es saber cómo suplir formas de trabajo que se pierden cuando ganan en otro tipo de respuesta”.
“Conozco alumnos que tienen diálogos con la inteligencia artificial cuando están elaborando una tesis creativa y entienden que es importantísimos a medida que van quedando solos en su proceso de construcción de un saber nuevo”, expresó.
Patrimonio
Ribeiro trabajó estrechamente con el director de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, William Rey Ashfield, que destaca alcanzó “un número alto de declaratorias” bajo el entendimiento de que “una declaratoria de Patrimonio es un manto de luz, por lo menos, de llamado de atención y de visibilidad”. En este marco aclaró que no pronuncia que hay “siempre protección” porque “ojalá la Comisión tuviera los bienes suficientes como para encargarse del mantenimiento de todos los bienes patrimoniales”, la relación entre los patrimonios y la cifra destinada “no coincide”. Sin embargo destacó que entre sus labores, por ejemplo, “se encarga de las restauraciones muy precisas, tanto edilicias como de objetos más pequeños, pero de gran relevancia”.
Declarar un Patrimonio o Monumento histórico, “concita orgullo y una toma de responsabilidad pública muy importante, en quien pasa a tener ese bien patrimonial, ya sea el departamento o la entidad”. La subsecretaria del MEC destacó que “se trató de salir de la declaratoria común, que era para aquello edilicio más antiguo y observamos muchas cosas de arte más contemporáneo, que la personas, porque lo rodea de una manera más cotidiana tienden a pensar que no tiene ese valor, pero sí clasifica por sus valores arquitectónicos, funcionales y demás”.
A su vez explicó que se trabajó en categorías patrimoniales nuevas como es el patrimonio inmaterial, que es una categoría de Unesco reciente. Uruguay contaba con dos declaratorias de patrimonio inmaterial, que son el Tango y el Candombe. En este proceso se sumaron aquellas que “tienen que ver con los materiales y con la materialidad”: el trabajo artesanal de la Guaquería, el arte de la Payada y el sistema cultural de la Lana, siendo esta la declaración más reciente.
“Estamos bastante satisfechos del apoyo que tiene siempre la fiesta más importante del Uruguay: el fin de semana del patrimonio”, expresó recordando que también se cuenta con un espacio en el año dedicado al disfrute y recorrido de nuestros patrimonios y monumentos. En ese sentido reflexiona que es, además “una toma de conciencia de cuánto falta por hacer para proteger todo esos bienes” pero celebra que esta instancia “establezca en el país un estado de vigilia, que por suerte va más allá de los gobiernos de turno”.
Balance desde la subsecretaría
Ribeiro observa el tiempo transcurrido en la administración de la cartera y considera que realizó acciones “poco visibles” y “diversas”, atendiendo cerca de 14 comisiones y que “son líneas de continuidad que lo han trabajado gobiernos anteriores y los trabajarán los que vienen” pero “en donde el país ponía a prueba su fortaleza institucional”.
Un hecho que destacó, fue el reconocimiento en el año 2023 del MoWLAC (Memoria del Mundo para América Latina y el Caribe) del Archivo Histórico del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes. “Tenemos más de un siglo de documentación sobre cómo la niñez ha sido siempre contemplada a lo largo de los gobiernos, independientemente de si fueron democráticos, de derecha, izquierda o centro” expresó. Siendo históricamente “un patrimonio de lo que el país ha hecho” y que actualmente “se visibilizó como tal”.
Desde su presidencia en la Comisión Nacional de Unesco se dedicó a la toma de conciencia de que nuestras colecciones de archivos “tenían la posibilidad de que sean reconocidas”, cuando un sello de Unesco implica “la apertura de puertas, como conseguir fondos”. En ese sentido recordó la recuperación edilicia que se realizó, del Archivo Judicial; el traslado del archivo musicológico, Lauro Ayestarán, que se encontraba disperso y lo agruparon en un nuevo espacio físico, ubicado en el Salón Azul de la Biblioteca Nacional y el trabajo realizado en el archivo del Museo de Carnaval, ingresando estos últimos dos, al programa “Memoria del Mundo” de la Unesco.
Desde la Comisión Interministerial de Apoyo al Tango y al Candombe, que preside el MEC, destacó que alrededor de 70 niños y adolescentes en todo el país aprendieron a tocar el bandoneón y de arreglos, “es un ejemplo exitoso, al punto que se convirtió en un curso que brinda UTU”.
Por otra parte, con la Comisión Nacional se armaron rutas Unesco, “para recorrer y visitar todos los lugares y bienes patrimoniales que tiene Uruguay, incluyendo los sitios, biomas y bañados protegidos, así como el geoparque Grutas del Palacio”. En este marco recordó que se está trabajando para la postulación de los Manantiales Serranos como Geoparque Mundial de la Unesco.
Finalizando nombra, con cariño, el trabajo de la Comisión de Asuntos Ecuestres, que con un equipo especializado y diverso, crearon dos productos “silenciosos pero muy magníficos”, que son: el pasaporte único equino, reconocido como pasaporte nacional frente a la Federación Ecuestre Internacional, que extenderá el manto sanitario y de regulación sobre los equinos del país, cuando antes “las fronteras se tornaban una trampa y el animal sufría”. El otro producto consta en “un formulario online para armar un expediente que confirma que está en proceso de reglamentación su centro de rehabilitación por medio de equinoterapia”. Estos centros cuentan con una nueva regulación, una completa inspección sanitaria animal y humana y la visita de un técnico en equinoterapia profesional que los orienta.
La subsecretaria detalla que “me dediqué a esas cosas que de pronto, son poco visibles, sin embargo considero que han sido muy importantes”. Así concluye que “ojalá hubiera podido hacer más, pero pude hacer esto, que siento no es poca cosa y estoy orgullosa”.