El modelo de negocio cambió y hubo modificaciones tanto en la agricultura realizada en campo propio como en área arrendada, frente a lo que pasaba hace 20 años.
La propia tecnología ha tenido una evolución destacada. No solo está asociada a la mecanización agrícola y el manejo de datos, sino también en áreas como la biotecnología.
La calidad empresaria y emprendedora que tiene el productor con las nuevas generaciones que se van sumando a las empresas, qué provoca que estructuralmente el sector sea distinto.
El sector agroexportador uruguayo no solo es el motor de la economía, sino que “lo seguirá siendo y cada vez con más influencia». Uruguay, pese a su tamaño, es una potencia agroexportadora, capaz de ayudar a alimentar al mundo con productos ambientalmente responsables. Pero también es una fuente de biomasa de las más apetitosas para los eFuels (electro combustibles) y los propios biocombustibles”.
La composición productiva del país le otorga una ventaja competitiva frente a otros, que “deben ser valoradas”. Uruguay “no tiene montañas, ni desiertos, ni existe la deforestación” puntualizó. En ese sentido desde el sector se está trabajando donde se propone plantar dos árboles nativos por cada máquina vendida.
Es un plan a 2030, que se está impulsando para toda la región en algunas organizaciones agroindustriales.
El país “es una potencia productiva”, por su capacidad de producción, que surge a partir de sus suelos, su topografía, el régimen de lluvias y la potencialidad para almacenar agua. A su vez la estabilidad del país, el gobierno con los planes que permiten atraer y concretar inversiones más lo que sume el nuevo gobierno en estrategia será para que todo ese potencial se exprese; somos una potencia, no somos nada chicos.
A los avances que viene mostrando la agricultura “se suma un sector ganadero muy dinámico, que tiene una historia y una reputación destacada, con las razas y genética con las que Uruguay cuenta. Es altísimo el potencial que tenemos en todo el agronegocio.
Las dificultades de una economía dolarizada, con déficit fiscal y un Estado grande, provoca que “el peso uruguayo tenga que estar sobrevaluado para controlar la inflación y atender las necesidades sociales de los uruguayos”. Todo esto lleva a que “los sectores productivos tengan que pagar esa cuenta con el atraso cambiario. Esas son las cosas que ponen un freno y atrasan los proyectos”. Otro problema que tiene el país es la debilidad asociada al cambio climático.Hay que buscar la forma de mitigarlo y desarrollar herramientas diferentes en seguros, como en las que está trabajando.
El productor agropecuario “es emprendedor y reinvierte”, sobre todo “los agricultores, los lecheros y los ganaderos de punta”.
Nuestros productores son muy competitivos y están acostumbrados a moverse en este tipo de ambientes económicos, eso es un gran activo que tiene el Uruguay.
Uruguay se proyecta hacia el 2030 a aumentar su servicio para alimentar al mundo pero primero hay que erradicar la desigualdad mayoritaria en la infancia y la adultez lugares donde el agro puede colaborar y mucho.
¡VAYA QUE INCREIBLE! Lo que escribe esta mujer parece descabellado, NO POR LO QUE EXPRESA AHORA.. mínimas cualidades, poca educación, cero formación…. ese palabrería parece una «tesis» de 3º del secundario.