Barreto: “La ley de los Consejos de Salarios es una política de Estado”

Uruguay es un “modelo en el mundo” pero lo que más preocupa al nuevo gobierno “son los salarios especialmente deprimidos” de la población.

El doctor Hugo Barreto, futuro subsecretario del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, aseguró que 2025 será un año de “mucha búsqueda insistente de consensos”, seguramente, en medio de “alguna conflictividad, lo cual es absolutamente natural”. “No hay que tomar a la conflictividad como un dato problemático, porque es un dato de las negociaciones, de las relaciones laborales”, remarcó.

Barreto, catedrático Grado 5 de Derecho Laboral en la Udelar, también señaló que, en materia laboral, Uruguay es un “modelo en el mundo” pero que lo que más preocupa al nuevo gobierno “son los salarios especialmente deprimidos” de la población. “Si bien Uruguay tiene un porcentaje de negociación colectiva entre los más altos del mundo, eso no ha determinado niveles salariales satisfactorios”, agregó.

¿Cómo está transcurriendo la transición en el Ministerio de Trabajo?

En lo que tiene que ver con el Ministerio de Trabajo yo diría que la transición va por dos carriles. Por un lado, la vinculación y las reuniones que hemos mantenido con el ministro de Trabajo, el doctor Mario Arizti, y con el subsecretario, Daniel Pérez, y sus asesores respectivos y de parte nuestra con el ministro propuesto Juan Castillo y la colega propuesta Marcela Barrios como directora nacional de Trabajo, independientemente de otros compañeros que han también participado de esas reuniones, ese es un carril. El otro carril es ya a nivel más desagregado y son reuniones que en paralelo se están llevando adelante por quienes van a encargarse de las futuras direcciones del Ministerio.

Me estoy refiriendo por ejemplo a la Inspección del Trabajo, a la Dirección General de Secretaría, a la Dirección Nacional de Empleo, etc. O sea, que desde ese punto de vista se está trabajando también en la transición. Yo diría que en su conjunto se trata de un proceso muy razonable y muy bien llevado que desde mi punto de vista muestra, en el caso del Ministerio de Trabajo, un ministerio muy abierto a dar la información que estamos requiriendo en un proceso que todavía no terminó, desde luego.

En este último tiempo se han generado algunos conflictos en la industria frigorífica, láctea, en algunos laboratorios. ¿A qué obedecen, qué relación puede tener este nivel de conflictividad con la cercanía de la asunción de un gobierno del Frente Amplio?  

Yo creo que se trata de tres núcleos de conflictos que obedecen a distintas causas. En el caso del conflicto lácteo tiene que ver con una problemática propia de la industria. También, el caso del conflicto en la industria frigorífica tiene que ver con una dificultad muy importante que se encontró en la negociación colectiva de la última ronda del Consejo de Salarios que hizo que ni siquiera pudiera votarse la resolución de dicho Consejo y el Ministerio de Trabajo produjo un decreto, pero luego del decreto se abrió la posibilidad o se está reabriendo la posibilidad de continuar la negociación.

En el caso de los laboratorios se trata del cierre del sector de producción de una de las empresas. En fin, obedecen a causas distintas. Me parece que la conflictividad es en algún caso inevitable en la medida que pueden darse pérdidas de puestos de trabajo. Estoy pensando por ejemplo en el sector lácteo y en el sector de laboratorios. Y en lo que tiene que ver con los frigoríficos, envíos a seguro de paro, propuestas de negociación a la baja.

Cuando asuma el nuevo gobierno, ¿cuáles serán los objetivos y las prioridades trazados por este ministerio?

Nosotros nos apegamos a lo que ha sido el programa de gobierno del Frente Amplio en el que figuran algunos de los principales aspectos de lo que deberá ser la política. En lo inmediato nos encontramos con un año pleno de negociación impulsada por dos elementos fundamentales: Ley de Presupuesto, que va a implicar necesariamente un diálogo con los sindicatos de la función pública, y en el otro caso el vencimiento de una serie muy importante de resoluciones de los Consejos de Salarios que nos abre la puerta a la décima primera ronda, que deberá determinar salarios a partir del primero de julio. Por lo tanto, este primer año está pautado por una fuerte negociación colectiva en todos los niveles.

Usted Barreto, comentó días pasados que este será un año de mucho “diálogo social”

Sí, de mucha búsqueda insistente de consensos seguramente en medio de alguna conflictividad, lo cual es absolutamente natural, no hay que tomar eso como un dato problemático, porque la conflictividad es un dato de las negociaciones, de las relaciones laborales y en un año con tal acumulación de acontecimientos diríamos que tiene que ver con Presupuesto y con Negociación Colectiva del Sector privado. Bueno, habrá que arbitrar de la mejor manera para alcanzar los consensos.

En su opinión, ¿qué ocurrió con el salario real en este período?

El énfasis que se ha puesto desde el Ministerio de Trabajo en estas primeras valoraciones que estamos haciendo tiene que ver con los salarios que están muy deprimidos, incluso existiendo negociación colectiva, aun existiendo convocatoria a Consejos de Salarios de manera ininterrumpida de 2005 para acá.

Hay unos 600.000 uruguayos que cobran salarios muy cercanos o demasiado cercanos al salario mínimo nacional, pese a que se trata, reitero, de salarios mínimos negociados en el ámbito de los Consejos de Salarios. Quiere decir que esa va a ser seguramente una prioridad de las políticas laborales y sociales, de incrementar esos niveles salariales muy deprimidos porque Uruguay cuenta con unos porcentajes de negociación colectiva altísimos, de los más altos del mundo, pero, sin embargo, eso no ha determinado que los niveles salariales fueran satisfactorios para todas las personas. Más allá de los vaivenes del salario real, que siempre es un promedio, lo que más nos preocupa son los salarios especialmente deprimidos.

El primer gobierno del Frente Amplio se caracterizó por aprobar numerosas leyes en materia de derechos laborales. El gobierno de Orsi, ¿va a profundizar en esa línea para usted Barreto?

Fundamentalmente, el primer gobierno del Frente Amplio fue un gobierno de un impulso reformista en lo laboral y social extraordinario, con leyes como la limitación de la jornada para los trabajadores rurales y domésticos, fijación de salarios mínimos para trabajadores rurales y domésticos (no olvidemos que estaban excluidos de los Consejos de Salarios), ley de tercerizaciones, ley de negociación colectiva, ley de protección a la actividad sindical, normas sobre proceso laboral autónomo, en fin. Más que profundizar lo que ya existe, lo que nos encontramos son nuevos desafíos. Por ejemplo, en 2005, cuando asumió el Frente Amplio, no se planteaba con la urgencia que hoy se puede plantear la necesidad, por ejemplo, de regular el trabajo en plataformas digitales. Si esta es una forma de profundizar un proceso iniciado en 2005, yo le digo que sí.

Barreto, el programa también habla de fortalecer la negociación colectiva, aumentar el salario mínimo nacional y mínimos por categoría.

Sí, la negociación colectiva en el Uruguay es sinónimo de negociación colectiva tripartita en el ámbito de los Consejos de Salarios y puede decirse a esta altura que es una política de Estado la ley de 1943, la de los Consejos de Salarios. El Frente Amplio la perfeccionó desde mi punto de vista en el año 2009 a través de una modificación legislativa y se mantuvo su aplicación durante el gobierno que todavía nos rige.

Por lo tanto, esa es una matriz muy significativa de nuestro sistema, pero siempre es perfeccionable. Por eso se habla de incentivar o de renovar la negociación colectiva con nuevos insumos, por ejemplo, dotándola de más información, ese es un elemento clave para que los actores sociales puedan negociar sobre una base real, con datos que tengan que ver con la macroeconomía, con el desarrollo sectorial, con las propias políticas que puedan desarrollar las empresas. O sea, la información es básica para la negociación colectiva y yo creo que ahí hay todo un campo de mejora.

Usted ya ha manifestado que es partidario de revisar algunos aspectos de la legislación aprobada en este período en materia laboral

No sé en qué momento del desarrollo de este gobierno se va a encarar la tarea que tiene que ver con darle una nueva mirada, una nueva lectura o eventualmente hacer una revisión de las cuestiones laborales contempladas en la Ley de Urgente Consideración, básicamente el artículo 392 sobre la huelga.

¿Cuáles son los principales cuestionamientos que le hace el Frente Amplio a esa norma?

El Frente Amplio en su momento cuestionó este artículo por no ajustarse exactamente al discurso de los legisladores del oficialismo. O sea, según los legisladores que propusieron esta norma, lo que se pretendía era regular las ocupaciones, pero estrictamente el artículo no quedó escrito de esa manera, no hay ningún rasgo, no se mencionan siquiera las ocupaciones en ese artículo de la Ley de Urgente Consideración y, por lo tanto, tiene una redacción muy ambigua que a nosotros nos ha preocupado y me parece que hay que darle una lectura profunda para ver cómo podría mejorarse la técnica legislativa empleada en ese caso.

Este tema se está dirimiendo a nivel de la Internacional

Sí, hay un gran desacuerdo a nivel de la Organización Internacional del Trabajo entre empleadores y trabajadores y los propios organismos técnicos de la OIT en torno a si la huelga está o no reconocida en las normas internacionales del trabajo. Ese desacuerdo ha derivado en que la propia OIT lo remita a la Corte Internacional de Justicia para que se pronuncie sobre este aspecto.  Aún no lo ha hecho.

¿Ya han mantenido contactos con las cámaras empresariales? ¿Cómo les ha ido?

Ya hemos tenido contactos con la Confederación Empresarial del Uruguay. Fue una reunión muy positiva. En los próximos días, vamos a seguir la ronda con alguna de las cámaras empresariales, en concreto.

Barreto, con respecto a la seguridad social, el gobierno había anunciado la convocatoria a un diálogo social inmediato

Es un tema que está en la agenda del Ministerio de Trabajo y yo diría en la agenda de las propias políticas del Frente Amplio, porque hay un compromiso en ese sentido del gobierno futuro de instaurar un mecanismo de diálogo social de manera inmediata. Se conocen cuáles son los puntos de vista de algunos de los actores. Supongo que cada actor que se convoque, empresarios, trabajadores pasivos, en fin, más organismos que pudieran hacer aportes más técnicos, a nivel académico y el gobierno mismo, me parece que cada uno llevará allí sus puntos de vista. En lo que hace el gobierno todavía no estoy en condiciones de dar mayores detalles.

Reducción de la jornada laboral

¿Es posible la reducción de la jornada laboral  en el Uruguay de hoy?

Debería serlo. Como hemos dicho otras veces, la jornada laboral semanal de 48 horas ya suena a esta altura de la historia como excesiva. Muchísimos países europeos y algunos países latinoamericanos han ido hacía jornadas semanales más reducidas, siempre sin reducción del salario. Hay condicionamientos tecnológicos, de organización del trabajo y demás que bien podrían contribuir a que se pudieran adoptar decisiones en torno a la reducción de la jornada. De todas formas no hay que dejar de desconocer que se trata de un tema muy complejo y que cuesta pensar que pudiera determinarse de manera general una reducción con alcance a toda la actividad. Me parece que debería existir un marco más general de reducción de la jornada para ir reconociendo las particularidades sectoriales y ver cómo esas particularidades pueden iniciar procesos de reducción de la jornada. Me parece que es un tema suficientemente importante como para dilapidar esfuerzos en instrumentar soluciones fáciles.

2 Comments

  1. Lso Consejos de Salarios han sido un ejemplo a nivel universal. Por algo Pacheco Areco los clausuró en 1968, obvio, la dictadura nunca los convocó, regresaron en 1985 y Lacalle Herrera los disolvió en 1993, si no le erro.

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