El síndico a cargo del Grupo Larrarte, una de las empresas ganaderas investigadas por estafa, ha concluido un relevamiento primario de los activos y pasivos de la empresa, arrojando una pérdida estimada de US$ 12 millones.
Según el informe, los activos de la empresa suman US$ 1.890.000, mientras que los pasivos alcanzan los US$ 14.000.000. Esto deja un balance negativo de US$ 12 millones, lo que refleja una gran diferencia entre los fondos invertidos por los inversores y los bienes que realmente posee la empresa.
El ganado de la empresa, que debía representar una parte importante de su valor, tiene un valor estimado en menos de US$ 600.000, mientras que los inversores colocaron US$ 13 millones para la compra de los animales. Esta disparidad es el núcleo de la denuncia presentada por los abogados de los afectados, quienes exigen la imputación de Jairo Larrarte, propietario de la empresa.
Larrarte ya había admitido en la Fiscalía que parte del dinero de los inversores fue destinado a fines distintos a los acordados inicialmente. El fiscal Alejandro Machado continúa con la investigación, y recientemente recibió información clave sobre la existencia de animales en poder del grupo, lo cual podría ser crucial para decidir si se imputa o no al empresario.