Este proceso puede ser confuso para muchos dueños de mascotas, especialmente para quienes son primerizos. En este artículo, exploraremos cómo entender el celo de nuestra perrita, identificar el momento de mayor fertilidad y cómo prevenir un embarazo no deseado.
¿Qué es el celo?
El celo, también conocido como estro, es el período en el que una perra es receptiva a los machos. Generalmente, ocurre por primera vez entre los seis meses y los dos años, dependiendo de la raza y el tamaño. Esta fase se caracteriza por cambios físicos y de comportamiento. Durante el celo, las perras pueden mostrar mayor afecto, ser más inquietas y, en algunos casos, exhibir un comportamiento más dominante.
Fases del ciclo de celo
El ciclo de celo se divide en varias fases: proestro, estro, diestro y anestro. La fase de proestro es cuando la perra comienza a mostrar signos de celo, como hinchazón de la vulva y secreción sanguinolenta. Esta fase dura aproximadamente de 7 a 10 días. Luego, llega el estro, donde la perra es fértil y receptiva a los machos. Esta fase también dura alrededor de 5 a 10 días y es el momento en que es más probable que ocurra la fecundación.
Momento de mayor fertilidad
El momento de mayor fertilidad se encuentra dentro del estro. Durante este período, la perra presenta un cambio en el color y la consistencia de la secreción, que se vuelve más clara y elástica. También, es común que la perra busque activamente la compañía de machos. Para quienes desean evitar un embarazo, es crucial estar atentos a estos signos y tomar precauciones.
Cómo evitar un embarazo no deseado
Si no se desea que la perra quede en estado, existen varias opciones. La primera y más efectiva es la esterilización, un procedimiento quirúrgico que no solo previene embarazos, sino que también reduce el riesgo de enfermedades reproductivas y comportamientos indeseados. Si la esterilización no es una opción en ese momento, la mejor estrategia es mantener a la perra alejada de machos durante su ciclo de celo. Esto puede requerir el uso de un arnés o una faja, además de supervisar su entorno.
Otra opción temporal es el uso de anticonceptivos específicos para perros, aunque deben ser recetados por un veterinario y no son recomendables a largo plazo debido a posibles efectos secundarios.
El celo de nuestras perras es un proceso natural que requiere atención y entendimiento. Conociendo las fases del ciclo y el momento de mayor fertilidad, los dueños pueden tomar decisiones informadas sobre la salud y el bienestar de sus mascotas. Ya sea a través de la esterilización o mediante la supervisión durante el celo, es fundamental actuar con responsabilidad para asegurar una convivencia armoniosa y saludable.