La donación de sangre es un procedimiento médico por el cual se extrae sangre a una persona y luego se inyecta a otra persona que la necesita, o se puede utilizar para elaborar medicamentos. La persona que dona sangre se llama donante o “donador”, según el país. Pocas personas conocen los beneficios que trae a la salud la donación. Además de los múltiples beneficios de donar sangre para el organismo, también existen ayudas emocionales por la donación altruista de sangre, ya que la acción solidaria contribuye a salvar vidas y mantener saludables a muchas personas con determinadas enfermedades.
Por otra parte, le puede ofrecer al donante información sobre su estado de salud en general: mejora el flujo sanguíneo, ayuda a depurar triglicéridos, reduce el riesgo de padecer infartos y eventos cardiovasculares, estimula la producción de nuevas células sanguíneas en el cuerpo y equilibra los niveles de hierro en la sangre.
Pero esto no solo representa un beneficio para las personas que se ofrecen como voluntarios, sino que una sola donación de sangre (450 mililitros) puede salvar hasta tres vidas, por lo que es un gesto que va más allá de lo individual. Es por ello que, entre los grandes desafíos que tiene la salud pública, está el estimular la acción de donar. Es fundamental incentivar programas de educación relacionados con la importancia de donar sangre, asegurando una buena comunicación para derribar algunas barreras entre los posibles donantes.
En Uruguay se establece por ley que los trabajadores del sector público y privado que donen sangre tienen derecho a un día de licencia. Esto ha dado buenos resultados porque invita a las personas a querer aportar su granito de arena en la salud, alcanzando cerca de 120.000 transfusiones anuales.