Recordando al General Víctor Licandro - Diario La R

Recordando al General Víctor Licandro

“Invocando al Padre Artigas una vez más, para obtener nuestro objetivo que nos impusimos desde el origen"

Víctor Manuel Licandro, nació en Tacuarembó, el 26 de febrero de 1918. En una familia de 15 hermanos, dos de ellos fallecidos antes de que él naciera. Hijo de una familia de comerciantes del medio rural, teniendo su padre una pequeña fábrica de calzados, materiales de campo, y talabartería, vinculados a los artículos de cuero.

En Montevideo, en 1934, continúa la enseñanza secundaria en el Liceo Nocturno. Centro, que en ese período de la enseñanza se nutría de un importante componente de extracción proletaria, y de importante combatividad. En ese mismo año, con la dictadura de Gabriel Terra instalada, respaldada está en los sectores oligárquicos, los estudiantes del Liceo Nocturno  ocupan en rechazo a la dictadura de Terra.

Centenares de  estudiantes son detenidos, entre ellos, el joven Licandro con 15 años. Estando la situación peculiar que la represión la desarrolló el cuerpo de bomberos, una de las escasas instituciones del estado que respaldaron a Terra. Ya en 1933, participa en Tacuarembó de la movilización estudiantil en rechazo a la dictadura, conociendo en ese período a Héctor Rodríguez, ambos de la misma ciudad.

En 1935, ingresó al Liceo Militar, que funcionaba dentro de la Escuela Militar. Teniendo la obligación de saber nombre y grado de los grados más elevados y de los oficiales a cargo, conoce por primera vez al entonces cabo Líber Seregni del arma de artillería, y a Arturo Baliñas, con quienes décadas posteriores se reencontraría en la construcción del Frente Amplio.

En 1952 – 1953, realiza el curso de estado mayor, integrando el cuerpo docente Seregni. Retornando luego por un tiempo más al servicio geográfico militar del ejército.

En 1956, integra una de las listas en las elecciones del Centro Militar, ganando la misma. Siendo designado secretario general de este. Y a la vez, tesorero de la editorial Artigas de la biblioteca del Centro Militar.

Pase a retiro

En 1959, con la instalación en ese año del Partido Nacional en el gobierno, es designado jefe de la división información y operaciones del estado mayor general del ejército. En ese año, son las históricas inundaciones del ´59 que afectaron gravemente a Paso de los Toros, formando parte del comando de emergencia del ejército, a cargo del entonces Coronel Seregni.

En 1967 es ascendido a general, no por la vía política, sino por concurso. Siendo designado jefe de la región militar N°3, con sede en Paso de los Toros.

Con el ascenso de Jorge Pacheco Areco, y el resquebrajamiento de las instituciones democráticas que implicó el mismo, marcado entre otras situaciones, por la aplicación de las medidas prontas de seguridad el 13 de junio de 1968. Y medidas como la militarización de los funcionarios públicos en 1968 – 1969, referente a la instrucción militar obligatoria. Con el resultado de sangre derramada por estudiantes y obreros, y por situaciones de encarcelamiento de trabajadores públicos, aplicándose la justicia militar. El General Licandro pide pase a retiro. Al igual, que también pide pase a retiro el General Seregni, por irreconciliables diferencias con el pachecato.

Fundación del Frente Amplio

El 5 de febrero de 1971 se fundó el Frente Amplio. Al poco tiempo de la fundación, Licandro es invitado a participar de la Mesa Ejecutiva de la naciente fuerza política. Recordaba el General Seregni: “El 5 de febrero se crea formalmente el Frente Amplio en la antesala del Palacio Legislativo. Como estábamos invitados, coordinamos que yo lo pasaría a buscar para ir al acto».

El General Víctor Licandro, a lo largo de su trayectoria de lucha frenteamplista, fue un profundo conocedor y especialista en el tema particular de la Defensa Nacional, y de las Fuerzas Armadas. Tras las preguntas: ¿Cuáles deben ser los fines de las mismas en nuestro territorio? ¿Con qué presupuesto sustentarlas? y en ese sentido, su primer discurso ante una tribuna frenteamplista, fue en el comité de base 26 de Marzo de la coordinadora M, en Osorio y 26 de Marzo.

En 1972, Licandro señala dos estructuras jurídicas fundamentales que los sectores del poder económico utilizaban como base de sustentación para desarrollar su estrategia, de entrega en ese momento al imperio. Una, la Ley de Educación N°14.101 de Julio María Sanguinetti de 1972, a nivel de la enseñanza. La otra, la de Estado de Guerra Interno, que reorganiza el aparato represivo en las fuerzas conjuntas FF.CC. Ocurriendo dos días después posterior a su votación, la masacre de los 8 camaradas de la seccional 20 del Partido.

El 27 de junio de 1973 es el golpe de estado. Licandro, junto al resto de la dirección del Frente Amplio, participó en las mesas de coordinación con la CNT, y con el Partido Nacional.

Posterior a la movilización popular del 9 de julio, Seregni y Licandro son detenidos.

Al estar en celdas separadas, sin ningún tipo de comunicación, es recién en 1976, en el traslado al séptimo piso especial de cárcel central donde se reencuentran Seregni y Licandro. Tras su liberación de la cárcel el 11 de abril de 1983, la mesa política del Frente Amplio en la clandestinidad, presidida por el Dr. Juan José Crottogini, le recomienda por un tiempo mantener una actividad de bajo perfil. Estando en el estrado del acto del obelisco, el 27 de noviembre de 1983, quedó proscrito, al igual que Seregni, y buena parte de la dirección del Frente Amplio y de sus partidos integrantes, en las elecciones nacionales de 1984.

A partir de 1986, comienza a presidir la comisión especial de Defensa Nacional, para elaborar la reforma de la ley orgánica de las fuerzas armadas, siendo sus elaboraciones base fundamental de las resoluciones de los distintos congresos del Frente Amplio, en materia de defensa y FF.AA.

También, a partir de mayo de 1994, comienza a presidir el Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio, renunciando a su responsabilidad en el tribunal en agosto de 2007.

Ante el advenimiento del gobierno frenteamplista en 2005, concebía acerca de las fuerzas armadas, no un acercamiento a las mismas, sino, un gobierno en manos de los civiles, con las fuerzas armadas subordinadas al gobierno que eligió la ciudadanía y el pueblo. Era defensor de la idea, no de disolver las fuerzas armadas ni mantenerlas como están, sino de depurar a las mismas de los elementos retrógrados, discípulos de la doctrina de la seguridad nacional con la cual se formaron decenas de efectivos militares de alto grado a partir de 1974.

Defendiendo de esa manera, la política aplicada desde un inicio por el Frente Amplio, de entrar a los cuarteles, de las excavaciones en búsqueda de restos de detenidos desaparecidos, de buscar información.

Otro aspecto de la doctrina de la seguridad nacional señalado por Licandro, eran las misiones de paz impulsadas desde las Naciones Unidas, con participación de Uruguay, como una forma de utilización de las fuerzas armadas como fuerzas de ocupación en otro país con situaciones internas complejas. Defensor de la unidad de América Latina, señalando que la misma Constitución de la República en su artículo 6, plantea la defensa de las materias primas del continente, y su soberanía.

En los últimos años de su vida, coincidentes con los primeros años de gobierno popular, fue reiterativo a la hora de establecer una defensa severa de determinados principios éticos que marcan, y deben marcar, al Frente Amplio. Entre ellos, la ética en la conducta política de todos los adherentes frenteamplistas, y en particular, de aquellos que ocupan responsabilidades de gobierno. Falleció el 30 de marzo de 2011 a los 93 años. Siendo su último discurso el 5 de febrero de ese año, en la conmemoración del 40 aniversario del Frente Amplio.

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