La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación argentina informó el lunes a los familiares de la víctima sobre el hallazgo de coincidencias entre las huellas dactilares del uruguayo Héctor Giordano Cortazzo y el registro dactilográfico de un cuerpo encontrado en 1978 en la zona de El Palomar, que fue enterrado como NN .
El trabajo de identificación fue llevado adelante por el Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (RUVTE) que depende de la Secretaría. Este proceso se llevó a cabo en el marco del trabajo conjunto entre la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas (ILID), del Archivo Nacional de la Memoria, y el Área de Identificación de Personas con Identidad Desconocida (NN) del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU), del Ministerio de Seguridad de la Nación.
El hallazgo se dio a partir de la revisión sistemática de los lotes de información bajo estudio referidos a las personas desaparecidas, y a las personas fallecidas como NN durante el período de la última dictadura. A partir de la identificación dactiloscópica, se relevaron los ingresos al Cementerio de Morón y se localizó un ingreso el día 30 de agosto de 1978, que coincide con los datos de Héctor Giordano Cortazzo. Giordano era oriundo de Durazno, era abogado, estaba divorciado y tenía un pequeño hijo.
Tenía 39 años y era militante del Partido Comunista Revolucionario (P.C.R.). Luego del golpe de Estado en Uruguay (27 de junio de 1973) se radica en Argentina. Allí fue secuestrado en la noche del 9 de junio de 1978 de su domicilio en el barrio Las Flores por personas vestidas de civil y fuertemente armadas. Por testimonios de vecinos que fueron testigos se sabe que se lo llevan herido y que estuvo secuestrado en Centro clandestino de detención “La Casona de la Base Aérea El Palomar” (Morón, Provincia de Buenos Aires).