El mandatario admitió que existió preocupación acerca de la eventual difusión de conversaciones suyas con Astesiano: “no fue un pedido mío, yo tomo contacto con esta situación cuando estaba yendo para la Residencia de Suárez y ahí está la policía. Después de la detención lo llamo al Fiscal de Corte y le expreso mi preocupación por las conversaciones que involucran a quien habla y a mi familia”, comentó.
Sin embargo Lacalle aclaró: “no hablé antes, ni ahora con la fiscal. Sé que el ministro del Interior transmitió la preocupación de la reserva de las conversaciones privadas, familiares, personales del celular. Y se aceptó de tal manera”, agregó.
El Presidente también dijo: “podríamos haber dicho que nos quedábamos con el teléfono, pero se lo llevaron. Nunca obstruimos nada”.
Más allá de esto el Presidente de la República señaló que “si el día de mañana esos chats se requieren, me imagino que un juez los puede pedir”.