Los viajes por el Mediterráneo se están volviendo «más fatales» para los migrantes

Se registraron 3.231 fallecimientos o desaparecidos el año pasado

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha advertido de que los viajes por las aguas del Mediterráneo se están volviendo «más fatales», si bien el número de refugiados y migrantes que cruzan por mar hacia Europa es menor que en 2015.

El número de personas que cruzan el Mediterráneo ha experimentado una tendencia a la baja, incluso antes de la pandemia de coronavirus. En concreto, según datos facilitados por la organización, se registraron cerca de 123.000 cruces en 2021 frente a los 95.800 de 2020 y los 123.700 de 2019. Pese a esta clara disminución, el número de muertos ha experimentado un gran crecimiento, con 3.231 fallecimientos o desaparecidos en las aguas del mar Mediterráneo el año pasado frente a las 1.881 personas que perecieron en 2020, 1.510 en 2019 y más de 2.277 en 2018.

La visualización creada por Acnur, llamada ‘No hay fin a la vista’, muestra que en 2014, más de 200.000 refugiados y migrantes se trasladaron desde África oriental y occidental, hacia el norte de África y luego hacia Europa, alcanzando su punto máximo en 2015, cuando más de un millón llegaron a países europeos. «Acnur ha estado advirtiendo continuamente sobre las horribles experiencias y los peligros que enfrentan las personas refugiadas y migrantes que recurren a estos viajes. Muchos de ellos son personas que huyen de conflictos, violencia y persecución», ha indicado en un comunicado.

Así, la portavoz de Acnur, Shabia Mantoo, ha dicho desde Ginebra que también existe gran preocupación por las muertes en las rutas terrestres, especialmente a través de los países de origen y tránsito, incluidos Eritrea, Somalia, Yibuti, Etiopía, Sudán y Libia, donde se reportan la gran mayoría de los riesgos e incidentes. Los traficantes aprovechan las necesidades de los migrantes, que cruzan el desierto del Sáhara, por lo que se enfrentan a un alto riesgo de abusos. Desde Libia y Túnez, muchos intentan cruzar el mar, la mayoría de las veces hacia Italia o Malta.

«En muchos casos, quienes sobreviven al viaje por el Sáhara e intentan cruzar el mar suelen ser abandonados por sus contrabandistas, mientras que algunos de los que parten desde Libia son interceptados y devueltos al país, donde posteriormente son detenidos. Cada año, miles mueren o desaparecen en el mar sin dejar rastro», ha precisado Acnur. Mantoo ha instado a los países a «garantizar alternativas seguras a los cruces peligrosos y a comprometerse con una acción humanitaria, de desarrollo y de paz fortalecida para abordar los desafíos de protección y soluciones».

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