Ante un seleccionado de Panamá que arribó a nuestro país con jugadores juveniles, un entrenador alterno y jugadores de la Sub23, el equipo que orienta técnicamente Diego “El Tornado” Alonso, brindó su última presentación de cara a lo que será el mundial de Catar. Pese a que en el mes de agosto habrá fecha FIFA, la Celeste jugará en el extranjero ultimando detalle ante rivales de mayor calibre para su preparación en la cita mundialista.
La jornada de sábado se presentaba con una temperatura otoñal que puso a prueba el amor por la Celeste. Desde la hora 14:00, las diferentes puertas del Estadio Centenario se abrieron para permitir el ingreso de los fanáticos. Los primeros niños llegaban al recinto deportivo entre bufandas y distintivos del seleccionado. Junto a ellos, los más grandes que al igual que los más pequeños colmaban el Estadio con su alegría.
Desde la salida de Tabárez, Uruguay tuvo un repunte futbolístico que puso a prueba al más fiel seguidor. Cabe recordar que las opciones de La Celeste, no eran las mejores tras la salida del entrenador, quien estuvo al frente durante 15 años, donde cosechó una Copa América y un cuarto lugar en la Copa del Mundo de Sudáfrica.
A solo cuatro fechas del final Uruguay estaba fuera de la zona de clasificación directa, y futbolísticamente pasaba por las horas más bajas, recibiendo duras goleadas ante Argentina y Bolivia en la Paz. La salida del entrenador, generó un terremoto futbolístico y estrechó los plazos de trabajo del entrenador entrante, a falta de cuatro fechas para que la eliminatoria tocara a su final. Desde la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), hubo humo blanco y llegó Diego Alonso, que en sus manos y la de su equipo de trabajo tenía que tratar de llevar al equipo al mundial.
Posteriormente Uruguay venció en sus compromisos clasificatorios, obteniendo el pasaje directo como cuarto por detrás de Brasil, Argentina y Ecuador. Ahora, el combinado nacional vuelve a vivir una luna de miel con su público, a las postrimerías de una nueva Copa del Mundo. Desde que llegó Alonso, Uruguay no conoce la derrota y ha vencido en sus compromisos amistosos a México, igualó ante Estados Unidos y venció a Panamá.
El partido ante el seleccionado panameño, tuvo varios condimentos, pese a que de forma previa se cayeron opciones como Jamaica, Zambia e Irán. Por un lado, el juego sirvió para reforzar la luna de miel que vive el seleccionado con su gente. En tanto que la incorporación de talentos emergentes que se han ido consolidando como, por ejemplo; Valverde, Pelistri, Olivera y Rochet, han dado la talla además de entusiasmar al público, ensamblando más la confianza con los fanáticos. También hay que tener en cuenta que quizás sea el último baile de la vieja guardia, es decir: Cavani, Muslera, Suárez y Godín en lo que respecta a presentaciones en el Estadio Centenario. Esos elementos, más al amor de ver jugar a Uruguay, hizo que la gente se volcara al Estadio en la despedida no solo de la selección, sino de jugadores que marcaron a una generación, que hasta el 2010 no habían visto ver ganar a Uruguay un partido mundialista.
La fiesta de despedida, estuvo marcada por el Show de Fata Delgado y Los Fatales, que le sumaron más color al evento. Con el icónico tema “Pizza Mozzarella”, se le dio calor con música a la fría tarde otoñal. La previa también estuvo antecedida por el “Gran Gustaf” que oficio como uno de los animadores ante el público celeste e hizo las risas de los presentes. El Centenario se vio repleto de almas que se partieron en aplausos y entonaron al unísono el himno nacional cuando Uruguay puso pie en la cancha. Los aplausos rebozaron y al grito de “Soy Celeste” le dieron el último saludo al combinado nacional de cara a Catar.