El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) prometió a apartar de la administración a 8.000 militares que ahora ocupan cargos públicos con el Gobierno de Jair Bolsonaro, según dijo este lunes en un encuentro con sindicatos.
«Vamos a tener que empezar el Gobierno sabiendo que vamos a tener que sacar a casi 8.000 militares que están en cargos de personas que no se presentaron a un concurso público; los vamos a tener que sacar, eso no puede ser motivo de bravata, tiene que ser motivo de construcción», afirmó el expresidente, según recoge el diario O Globo.
La semana pasada, en un evento en la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), Lula ya afirmó que el papel de los militares no es «hacer la pelota a Bolsonaro o a Lula», y que tienen que estar por encima de las disputas políticas. También apuntó que el Ejército no sirve para hacer política, debe servir para proteger la frontera y el país de amenazas externas.
Lula vaticina campaña «complicada»
En su discurso de este lunes, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) alertó a sus simpatizantes de que la campaña electoral será complicada, y pidió no dejarse llevar por el optimismo.
«No será fácil, no es una guerra que esté ganada; es una guerra que podemos ganar», afirmó Lula, que aparece como favorito en todas las encuestas de opinión, aunque en las últimas semanas Bolsonaro recortó posiciones. El expresidente brasileño también subrayó la necesidad de prestar mucha atención en la elección de diputados y senadores, ya que todas las medidas que el Gobierno quiera aprobar tendrán que pasar por el Congreso Nacional. (Sputnik)