Gobierno de Alberto Fernández logra que el Senado apruebe su nuevo acuerdo con el FMI

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner abandonó el recinto antes de la votación.

El ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, celebró este viernes la aprobación en el Congreso del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que permitirá «refinanciar la deuda récord» de 44.500 millones de dólares con el organismo. 

Guzmán, quien encabezó las negociaciones previas para lograr el entendimiento, emitió un comunicado en su cuenta de Twitter en el que destacó «la importancia dar certezas en lugar de aumentar incertidumbres», en el contexto de conflictos geopolíticos que elevan la inflación internacional en alimentos y energía.

«Duela lo que duela, la realidad es que el FMI está en Argentina desde 2018 por decisión del gobierno anterior (en referencia a la gestión de Mauricio Macri), y en algo más de un año sumó una deuda de 44.500 millones de dólares en las espaldas del pueblo. Pesa y mucho. Nuestra responsabilidad era construir una solución», dijo el funcionario en el texto. Y subrayó que «sin un acuerdo era imposible pagar», y «no pagar implicaba que no hubiese financiamiento en Argentina».

Para el titular de la cartera económica, no cerrar un trato con el FMI significaba «caída de la producción, el empleo y efectos desestabilizantes sobre el tipo de cambio», además de «ajuste».

Poco antes de la medianoche del jueves, el Senado argentino aprobó la ley de refinanciamiento de la deuda con el apoyo de 56 legisladores, 13 votos en contra y tres abstenciones.

A pesar de las tensiones políticas que generó el debate, incluso dentro del propio oficialismo, donde legisladores cercanos a la vicepresidenta Cristina Fernández votaron en contra, Guzmán destacó que por primera vez en la historia el acuerdo «pasó por el Congreso y logró un nivel de adhesión del 80%», con el acompañamiento de «sindicatos, el sector privado, universidades, movimientos sociales y la sociedad civil».

La votación de la cámara alta salió adelante con el apoyo de 56 legisladores, 13 votos en contra y tres abstenciones. Tras haber obtenido el apoyo en buena parte del Frente de Todos —oficialismo— y Juntos por el Cambio —oposición ligada al expresidente Mauricio Macri—, la gran duda era el rol que adoptaría el kirchnerismo, pues varios de sus referentes ya se habían manifestado en contra del acuerdo. De hecho, Máximo Kirchner, hijo del matrimonio Kirchner, renunció a la conducción de la bancada en el Frente por sus discrepancias en la renegociación.

Posible acuerdo con el Fondo

Por ahora, las conversaciones entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el organismo internacional, determinan que el FMI daría un nuevo crédito a Argentina, para abonar el anterior sin caer en ‘default’ o incumplimiento de pago. La nación deudora ya había desembolsado varios giros antes de los vencimientos, por lo que ahora el monto acordado es de casi 37.000 millones de dólares, que se entregarán al país en 11 oportunidades. 

Uno de los puntos más controvertidos del posible pacto es que el Fondo revisará las cuentas argentinas de forma trimestral. Mientras, el Ejecutivo promete achicar el déficit fiscal, una tarea difícil para un país con un 40 % de pobres y un elevado gasto público. Se estima que el plazo de devoluciones —con sus respectivos intereses— será de diez años, con un período de gracia de otros cuatro, siendo plazos más accesibles que los acordados con Macri. Igualmente, aún no hay nada firmado. Así, la votación del Legislativo es clave por varios motivos, sin mencionar el respiro económico. Primero, para que el Gobierno obtenga un poco de fortaleza política tras la derrota en las elecciones de medio término, lo que provocó cambios en la mitad del Gabinete. Segundo, para que el proceso sea legal. Tercero, para que sea sostenible en el tiempo, ya que varias administraciones se verán obligadas a pagar: las fuerzas políticas que votaron a favor no deberían desconocer el debate en caso de llegar a la Presidencia el día de mañana. Y cuarto, para que el organismo financiero demuestre algo de responsabilidad, tras haberle dado a Macri el crédito más alto en su historia, sin el aval del Congreso. 

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