Una iniciativa de base aboga por el lenguaje inclusivo en la ciencia

El Proyecto proporcionará recursos y apoyará acciones para reconsiderar la terminología perjudicial.

Una iniciativa de base, presentada en “Trends in Ecology and Evolution”, pide que se reevalúen términos utilizados en ecología y biología evolutiva (EEB) para hacerlos más inclusivos y precisos.

La iniciativa, denominada EEB Language Project (Proyecto del lenguaje de la EEB), ha sido lanzada por científicos de Estados Unidos y Canadá con ideas afines. «El proyecto empezó como una conversación en Twitter entre unas cuantas personas que discutían sobre terminología potencialmente perjudicial», dice la doctora de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) Kaitlyn Gaynor, autora del artículo que estudia el impacto de la actividad humana en la biodiversidad.

«Nos pusimos en contacto con distintas redes de ecología y evolución centradas en aumentar la inclusión y la equidad en este campo para recabar apoyos para una acción muy concreta -explica-: revisar la terminología que pudiera ser perjudicial para determinadas personas, en particular las pertenecientes a grupos histórica y actualmente excluidos de la ciencia».

El Proyecto Lenguaje EEB proporcionará recursos y apoyará acciones para reconsiderar la terminología perjudicial a nivel individual, institucional y de las comunidades científicas en general. Este esfuerzo de “crowdsourcing” incluye un repositorio de palabras que los miembros de la comunidad identifican como perjudiciales, con alternativas sugeridas, que pretende servir como punto de partida para el diálogo.

Haley Branch, doctoranda en Botánica por la Universidad de Columbia Británica, publicó en julio un artículo complementario en la revista “American Naturalist” en el que esbozaba las raíces del capacitismo en la investigación evolutiva y cómo limita el potencial de este campo.

«Aunque en parte tiene que ver con el lenguaje, lo más importante es analizar la conceptualización de nuestro campo -afirma Branch-. «¿Qué tipo de cuestiones se pasan por alto debido a la limitada amplitud del campo? Es una llamada a ampliar nuestra comprensión del mundo natural y a ver qué tipo de preguntas nos haremos en el futuro».

Según apunta, términos como «aptitud» no sólo son perjudiciales para algunas personas en un contexto capacitista, sino también imprecisos. «La definición se refiere al rendimiento reproductivo, que no tiene en cuenta a los individuos que no tienen descendencia -explica Branch-. A menudo, los investigadores ni siquiera miden el número de descendientes. Se fijan en indicadores de aptitud, lo que resulta muy complicado».

Otras palabras como «optimización» pueden inducir a error, ya que perpetúan la idea de que una especie evoluciona hacia un óptimo permanente definido, cuando no existe una verdadera optimización a nivel de toda la especie. Los fenotipos óptimos fluctúan con el tiempo y en distintos entornos.

Tanto los miembros del EEB Language Project como el grupo de investigación de Haley se apresuran a señalar que el uso de lenguaje perjudicial no suele ser intencionado: lo que es perjudicial para una persona puede no ser percibido como problemático por otra, y el daño involuntario puede surgir como resultado de las complejidades inherentes y los legados históricos del lenguaje.

Tanto la ecología como la biología evolutiva tienen historias enraizadas en la eugenesia, el capacitismo y el racismo, creencias que alimentaron prácticas perjudiciales en Norteamérica y Europa y que, por desgracia, siguen influyendo en estos campos hoy en día. Parte de este legado está arraigado en los términos disciplinarios que utilizamos a diario.

«Ha habido muchas conversaciones importantes sobre la inclusión en las disciplinas, y a menudo no hay pasos claros que la gente pueda dar -dice el doctor Alex Moore, coautor del estudio-. Para nosotros era importante pensar en un enfoque manejable que la gente pueda adoptar en su trabajo a nivel individual, y a distintas escalas dentro de la disciplina, para tomar decisiones meditadas de cara al futuro».

«El Proyecto Lingüístico de la EEB será un documento vivo, ya que las palabras concretas que son perjudiciales y sus alternativas pueden cambiar con el tiempo -afirma la doctora Danielle Ignace-. La gente puede enviar sus sugerencias en línea y hacer oír su voz. También pueden implicarse más a título individual, como institución o a nivel comunitario. La esperanza es que este esfuerzo de base una a la gente», concluye.

1 Comment

  1. ok queda muy claro hay que silenciar a la biología cuando se contrapone a la mitología de genero. Bienvenidos a la tiranía de genero de la agenda 2030.

    Ustedes realmente creen que en un futuro tal vez no tan cercano todo este control esta censura no va a crear conflictos civiles? Que equivocados están… prepárense para afrontar las consecuencias de sus actos…

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