La llamada Operación Iris se inició el 23 de mayo cuando se detectó una «sustancia sospechosa» en el interior de seis tablas de surf. El destino de las mismas, que viajaban por correo, era Lisboa, Portugal. El vuelo también contaba con una escala previa en Madrid, España.
Así lo anunció José Azambuya, jefe de la Policía Nacional, durante una conferencia de prensa celebrada este martes junto a los responsables de la investigación de los tres países europeos.
En total, las tablas pesaban 104 kilos, una cantidad que llamó la atención de las autoridades. Mediante el uso de un escáner y perros entrenados del equipo K9, se detectó la presencia de drogas en su interior.
Los investigadores descubrieron que las tablas habían sido introducidas en Uruguay a través de la frontera del Chuy por dos ciudadanos italianos. Sin embargo, cuando las autoridades fueron a detenerlos, los hombres de 44 y 28 años ya habían abandonado el país. Según se supo con destino a Argentina y luego a Etiopía.
Por esto, en coordinación con las autoridades de España y Portugal, se retuvieron cinco de las tablas. La sexta fue enviada a su destino final. Se pretendía capturar a los responsables cuando intentaran recuperar el objeto en Portugal.
Finalmente, esto sucedió el 11 de junio, cuando los dos italianos fueron arrestados en Portugal, y un tercer individuo de la misma nacionalidad fue detenido en relación con la organización. Las autoridades uruguayas han solicitado la extradición de uno de ellos, aunque no se descarta que los otros dos también sean requeridos para enfrentar cargos en el país.
Se estima que en el mercado negro europeo, la droga incautada tiene un valor aproximado de 1,5 millones de dólares.
Intentos similares con tablas de surf se han detectado en otras ocasiones en otras partes del mundo.