«La Investigación Externa concluyó que el secretario general violó las Reglas y Regulaciones de la OEA en lo que concierne a las disposiciones sobre el sentido común y buen juicio y las obligaciones éticas adicionales para el secretario general» dice la resolución.
Se aclara que «no violó las Reglas y Regulaciones de la OEA en lo que concierne a las obligaciones de supervisión, incrementos salariales, intimidación, viajes o conflictos de interés». Con la relación Almagro «violó sus obligaciones éticas adicionales y contravino el espíritu mismo del ‘sentido común y el buen juicio’ requerido siempre para todos los miembros del personal y demás proveedores de servicios de la Secretaría General».
También se aclara que «no permitió que la relación íntima interfiriera en el desempeño de sus funciones y no la ocultó, ni disimuló, permitiendo que la relación íntima se hiciera de público conocimiento desde sus inicios».