Álvaro Recoba, que hasta hace poco más de un mes era el entrenador de Nacional, rompió el silencio y habló de todo por primera vez desde su salida del cargo.
El “Chino”, invitado en el programa “Fuera de juego” de radio Carve Deportiva, se refirió a los motivos por los cuales debió dejar el cargo, a los objetivos, las derrotas y los cuestionamientos internos, el año electoral en el club y a cómo fue tratado por la prensa, sobre la cual expuso que “se ensañaron” pues “todo lo que hacía tenía un ‘pero’”.
Recoba abordó ese tema cuando se refería a la rotación constante que hacía con sus jugadores: “Yo consideraba que la rotación era lo mejor porque veía sus rendimientos día a día. Es imposible que no cambie con viajes largo de por medio. No llegue a tener una semana completa de trabajo con el plantel por la doble actividad. Es un año electoral, hay intereses por un lado y por otro, puede haber intereses de que se critiquen las medias, los colores de los zapatos, las canchas de entrenamiento; es un año complicado. Íbamos a la mitad del año y prácticamente cuando yo me voy daba la sensación de que habíamos perdido todo, pero habíamos perdido cuatro partidos en todo el año. Se creó porque capaz yo no salí a comentar o salía a comentar y decía lo que pensaba, que no gustaba. Capaz hay veces que para el afuera no hay que ser tan auténtico, pero sí como fui con mis jugadores; hay veces que las cosas que uno piensa, aunque sean las correctas, no las tenés que decir. Todo me llega. Me dio la sensación de que todo lo que hacía tenía un ‘pero’, de la prensa, de todos. Se ensañaron, en algún momento fue exagerada. Pero por algo estoy afuera. Nos saca un resultado recontra adverso e inmerecido porque no sé si hubo otro partido en el fútbol uruguayo en el que haya tantas ocasiones tan claras como las que tuvimos. Me tocó salir en un momento en el que yo no quería, pero son las reglas del fútbol”.
El Mundial de Clubes
“Yo sentía que podía estar a la altura de dirigir al primer equipo y asumí ese riesgo que no salió bien por el resultado final, que no fue de todo un año. Estadísticamente, el único mal número fue haber salido segundo en el Apertura, el resto eran buenos. Mi objetivo era dirigir Nacional lo más que pueda. Me sentí cómodo en el lugar que estuve, hicimos las cosas de la mejor manera que pudimos y fuimos muy honestos. En octubre nadie sabía que había un Mundial de clubes, y en enero sí decíamos que había que clasificar porque estaba esa opción. Ya en febrero estábamos a 12 puntos y en marzo a nueve. ¿Por qué? Porque habíamos pasado dos fases previas. Llegamos a ese partido con Libertad con esa presión de ganar e increíblemente empieza el partido, íbamos ganando y en cinco o 10 minutos el equipo tiene dos desatenciones, nos hacen dos goles, fuimos hacia delante y no logramos empatarlo”.
Las goleadas que recibió
“Ahí ya se sumó la derrota con Fénix después de empatarlo con River Plate por Copa Libertadores, perdemos 4-1 y el partido con Cerro es increíble porque perdimos justamente 3-0, erramos no sé cuántos goles abajo del arco y era un partido que te podía sacar, pero el mérito de estar hoy y seguir con esa posibilidad de pasar a Olimpia lo lograron los muchachos con las dos fases, el grupo y clasificar una fecha antes. Me hubiera encantado ir a jugar a Libertad con un equipo alternativo, pero nos habíamos autoimpuesto que era una chance linda para pasar a Olimpia, que no quiere decir que eso garantice ir al Mundial de Clubes; semana a semana fue creciendo esa ilusión. En el entretiempo del 4-1 ante Fénix les dije ‘Muchachos, tengo que sacar a los 11 y me tengo que ir yo’, pero lo dije sabiendo que no era así la situación; nos hicieron cuatro goles en 25 minutos y llegaron cuatro veces. Dudé de hacer cambios porque iba a ser injusto con otros siete. Eso es una mala noche, no tiene punto de comparación con lo de Cerro”.
Su hijo Jeremía
“Jeremía tomó mal mi salida, le caló sí, lo notaba con mucha amargura y tristeza porque cuando empecé a dirigir él estuvo conmigo, estaba en Cuarta División y lo subí a Tercera porque sabía que él precisaba apretarle un poquito las riendas porque condiciones tenía, y en el fútbol se precisa más que condiciones. Con el cuerpo técnico lo podíamos mejorar, y así pasó. Y ahí él hizo un cambio muy grande que hasta hoy sigue mejorando. Habíamos hecho un camino juntos. Ahora está un poco mejor».
Bienvenido al club. El DT siempre es el primer fusible, es un dicho viejo y cierto, pero parece que recién se desayuna de la ingratitud de los dirigentes y de lo irracioanl de la hinchada: endiosa o condena de un día para otro.
Tranquilo Chino, ya se sabe que desde que se descubrió que la información era negocio la verdad dejó de ser importante
NO HERMANO ,LOS RESULTADOS SON LOS QUE MANDAN Y FUERON PESIMOS